No ha podido ser. El propietario de Iberia, IAG , ha decidido dar un paso atrás y tirar por tierra la fusión entre Iberia y Air Europa una semana después de la comunicación de la Comisión Europea al al holding hispano-británico de sus nuevas reticencias a la operación. Se trataba del segundo intento por crear un gigante de la aviación española capaz de hacer competir al aeropuerto de Barajas con los grandes 'hubs' europeos. Pero ese deseo se ha vuelto a topar con el departamento de Competencia comunitario, que cree que la areolínea resultante ofrecería precios más altos y un peor servicio a los consumidores. «Es negativo para España. Tener un 'hub' pequeño y dividido, no es bueno para nuestro país», ha lamentado el consejero delegado de IAG, Luis Gallego, durante una llamada con medios de comunicación en la tarde de este jueves. Según un hecho relevante que ha remitido el grupo a la CNMV, confirma la ruptura para hacerse con el 80% restante del capital social de Air Europa. Explican desde la compañía que «el Consejo de Administración ha llegado a la conclusión de que, en el actual entorno regulatorio, continuar con la operación no redundaría en beneficio de los accionistas ». Aseguran desde IAG que «de conformidad con los términos del acuerdo, IAG pagará a Globalia 50 millones de euros en concepto de break-fee como consecuencia de la rescisión ». Asimismo, el grupo recuerda que «sigue manteniendo su participación minoritaria del 20% en Air Europa, que adquirió el 16 de agosto de 2022». Según ha podido conocer ABC en fuentes del mercado, el principal problema serían las exigencias impuestas por Bruselas . IAG había llegado a ofrecer la cesión de hasta el 52% de las frecuencias que ahora mismo opera Air Europa, de modo que ninguna de las rutas en las que la Comisión Europea había identificado problemas de competencia se quedaba sin un tercer operador. Además, en este largo proceso de negociación, desde IAG han ido dando respuesta a las objeciones de la CE. Incluso, la compañía llegó a presentar un listado de posibles ‘remedy takers’ . Algunos han suscrito alianzas entre ellos para poder realizar las operaciones con las mayores garantías. Todas estas acciones llevadas a cabo por IAG, al parecer, han sido insuficiente para la Comisión Europea. Esto ha llevado al grupo a tomar la decisión rotunda de romper la operación con Air Europa. Fuentes conocedoras del proceso aseguran que en IAG hay cierto pesar por la negativa de Bruselas a aceptar la propuesta que, en principio, garantizaba los derechos de los consumidores, permitiría a los clientes tener conexiones directas con el este del planeta y animaba la competencia entre los hubs del norte y del sur de Europa.
