En plena celebración de los Juegos Olímpicos es común que se hable de medallas, básicamente porque es el galardón más preciado en esta competición deportiva; la máxima aspiración de un atleta, un judoka o un nadador, por citar algunos ejemplos: si es de bronce, genial; si es de plata, mejor; y si es de oro, insuperable.
Hoy, especialmente, en España está siendo un día copado por las preseas: a las conseguidas por los marchadores Alvaro Martín (bronce los 20kms) y María Pérez (plata en 20kms), más la medalla que se ha asegurado el boxeador Enmanuel Reyes Pla al alcanzar las semifinales de boxeo en la categoría de -92kgs.
A la hora de escribir, más que de hablar, conviene no repetir mucho los sustantivos, por muchas medallas que se ganen; así que, lo más recomendable es buscar sinónimos de medalla.
El más apropiado y ajustado, aunque hablado pueda resultar pedante, es presea. Presea significa, siguiendo la primera definición del diccionario de la [[LINK:TAG|||tag|||633615701e757a32c790bc78|||RAE]]: "Medalla o distinción que se concede en algunas competiciones, generalmente a los tres primeros clasificados".
Otra opción es hablar de galardón o premio; aunque se tratan de términos menos específicos y que quedan encajados de manera más artificial a la hora de reemplazar la medalla o las medallas.
Asimismo, también se puede recurrir directamente al metal de las medallas, eludiendo el sustantivo y usando el adjetivo como tal: "Alcaraz ganó el oro" o "Será difícil colgarse siquiera el bronce en esta competición".
Consultando de nuevo a la RAE: "Los procesos de recategorización entre adjetivos y sustantivos se producen en las dos direcciones. Existen, pues, adjetivos sustantivados (como en un impermeablE), es decir, convertidos en sustantivos con todos los efectos que conlleva ese cambio de categoría".
