La empresa Plaza 1 y la Comunidad de Madrid cerraron en julio la quinta edición de la iniciativa [[LINK:EXTERNO|||https://www.larazon.es/cultura/toros/vuelve-cenate-ventas-grande_202406246679ad30888bcf00014e0741.html|||«Cénate Las Ventas»]] con un balance de casi 44.891 espectadores, un 12,23% más que el año anterior, la mejor cifra desde que en 2018 se pusiera en marcha esta propuesta que aúna tauromaquia y gastronomía. Este incremento en la asistencia, más notable en el público joven, subraya el éxito y la creciente popularidad de este evento como una atractiva oferta de ocio estival en Madrid.
Así, los asistentes disfrutaron de veladas taurinas acompañadas de degustaciones en las galerías del tendido alto de Las Ventas, en los que 19 empresas ofrecieron productos artesanos de la región, de las cuales quince están certificadas con el sello de trazabilidad y calidad «M Producto Certificado». Este distintivo garantiza la calidad de los mejores alimentos cultivados, producidos o elaborados en la Comunidad de Madrid.
La oferta gastronómica ha incluido embutidos, quesos, lácteos, conservas, empanadas, guisos tradicionales y carnes ecológicas, entre otros productos. Además, siete bodegas han presentado productos de la D.O. Vinos de Madrid, que se han ofrecido durante los diferentes días del certamen. También han participado dos representantes del sector cárnico de la Identificación Geográfica Protegida (IGP) Carne de la Sierra de Guadarrama.
Desde el Ejecutivo madrileño destacaron que esta iniciativa fomenta el consumo de proximidad, dinamizando las economías e impulsando el desarrollo rural, y estimulando la creación de empleos sostenibles. La propuesta de ocio estival es una iniciativa de la Consejería de Medio Ambiente, Agricultura e Interior, en colaboración con la gestora de Las Ventas, Plaza 1, la Academia Madrileña de Gastronomía y el Consejo Regulador de Vinos de Madrid.
Sin embargo, a pesar del éxito general, hay aspectos que deben ser revisados, como el constante movimiento del público en los tendidos altos, donde las puertas permanecieron abiertas para permitir el acceso a los puestos de venta, lo que sugiere la necesidad de una estrategia que concilie el respeto al normal desarrollo de la lidia con la oferta gastronómica. Además, es importante promover la educación taurina de los asistentes, evitando los constantes «vivas» y las molestas interrupciones disonantes. Por otro lado, no hay razón para que este certamen conlleve la supresión de las corridas de toros dominicales.
En cuanto al balance taurino del certamen, el ganado elegido para las novilladas eliminatorias (La Guadamilla, Antonio López Gibaja, Couto de Fornilhos y El Cotillo) lastró el resultado artístico de los festejos. A su generalizado pobre juego se sumó una presentación dispar, más agresivos de pitones que bien hechos y rematados. En este sentido, los novillos de la final, Talavante y El Freixo, fueron los de más armónica y correcta presencia, mostrando además buen fondo de calidad.
Respecto a los participantes, aunque no se cortó ni una oreja durante el certamen, destacó el sólido concepto de un Mario Navas hecho y a las puertas de la alternativa. Por esta razón, el segundo clasificado, un firme Valentín Hoyos, será quien disfrute del premio de ocupar un lugar en la novillada de la Feria de Otoño. Fabio Jiménez, por su parte, no consiguió mejorar la imagen que dejó al firmar los mejores naturales del ciclo en la cuarta eliminatoria. Otros nombres destacados fueron Álvaro de Chinchón, único en dar una vuelta al ruedo en la segunda eliminatoria, así como la decisión y variedad mostrada por los mexicanos Rubén Núñez y Bruno Aloi, las formas de Manuel Caballero y el clasicismo de Santiago Esplá.
