La osa Kj1, que había atacado a un turista francés hace un par de semanas en el bosque, fue abatida por la guardia forestal tras la orden firmada por el presidente de la provincia autónoma de Trento, Mauricio Fugati, político de la Liga. Los activistas por los derechos de los animales han protestado enérgicamente. Se ha encendido de nuevo el debate sobre la convivencia con los grandes carnívoros, un problema que crea divisiones cada vez más profundas. Según una nota de la provincia de Trento, la osa Kj1 era «un ejemplar peligroso». Pero el ministro del Medio Ambiente ha criticado duramente la decisión: «Ya le dije al presidente Fratin que la supresión de los osos no es la solución del problema. Entiendo el estado de ánimo de la población y de los administradores locales. Hoy vivimos -añadió el ministro- los efectos de un error del pasado, a causa de la desacertada decisión de explotar turísticamente la imagen del oso en Trentino, hace 25 años. Ahora, sin duda, el camino a seguir es la esterilización y estamos trabajando en ello con el Instituto Superior para la Protección y la Investigación Ambiental (ISPRA). Pero esta medida debe ir acompañada de una información correcta a los ciudadanos y de nuevas acciones». En efecto, como señala el ministro, esta especie de animales, que estuvo al borde de la extinción en Italia, se reintrodujo a finales de la década de 1990, cuando se liberaron 10 osos pardos, procedentes de Eslovenia, en los Dolomitas. El programa de repoblación denominado 'Life Ursus', financiado por la UE, se adaptó con facilidad y ahora hay casi cien osos pardos en el noreste de Italia, una cifra superior a la prevista. El objetivo del proyecto 'Life ursus' era albergar una población de entre 40 y 60 plantígrados, por lo que según el presidente de la provincia de Trento «será necesario eliminar el exceso de ejemplares respecto a las previsiones originales». El Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) ha estado trabajando siempre para aumentar la conciencia y la aceptación del oso por parte de las comunidades locales. Pero ahora buena parte de la población local es reacia a la presencia de los osos , por su peligrosidad y la repercusión negativa para el turismo. El caso de la osa Kj1 , con 22 años, la de mayor edad de esta especie en la provincia de Trento, había sido clasificada de «alto riesgo» por el ISPRA. La osa atacó al turista francés en el bosque, el pasado 15 de julio, cuando iba acompañada por sus tres cachorros. Se cree que probablemente fue el instinto maternal lo que desencadenó el ataque. Desde entonces, se ha mantenido un fuerte debate entre quienes creían que había que matar a la osa y quienes, en cambio, luchaban para garantizar su vida, imaginando incluso un traslado a un bosque lejano, tal vez en Rumania. Además de atacar a un excursionista francés, la osa Kj1 «era responsable de al menos siete interacciones con humanos», según el ISPRA. Las alarmas por la peligrosidad de los osos no son nuevas. Saltaron dramáticamente tras la muerte de Andrea Papi, de 26 años, que fue matado por la osa Gaia, de 17 años, cuando salió a correr por los bosques de Caldes, un pequeño pueblo entre los más bellos de Italia, con 1.090 habitantes, en Val di Sole, en la provincia autónoma de Trento, en los Alpes italianos. Fue el 5 de abril de 2023. Desde que ocurrió esa tragedia, que pasará a la historia como la primera muerte de un ser humano en Italia provocada por un oso, en tiempos modernos, ha crecido el debate sobre cuál debe ser la relación entre el hombre y la naturaleza. Ahora, al ser abatida la osa Kj1 ha llegado la dura reacción de los defensores de los derechos de los animales. «El presidente Fugatti no pierde la oportunidad e insiste en su línea de exterminio de osos» , afirma en una nota la asociación 'Centopercentoanimalisti'. «Es una vergüenza», ha gritado la diputada Michela Vittoria Brambilla, presidenta de la Liga Italiana para la Defensa de los Animales y del Medio Ambiente. «El presidente Fugatti envió a sus sicarios a matar a la mamma osa! Firmó el decreto para matar a KJ1 por la noche.. Cuando el Tribunal Administrativo no podía intervenir. ¡Qué vergüenza, márchate!«, dijo la diputada Brambilla. Más dura si cabe ha sido la reacción del diputado de Alleanza Verdi e Sinistra, Marco Grimaldi: «El presidente Fugatti firmó un decreto matando inmediatamente al oso, como los peores dictadores con sus adversarios. Con una operación cuidadosamente planificada». Diversos medios italianos destacan que en la provincia de Trento la sensación es que la opinión pública es menos favorable a los osos de lo que dan a entender las asociaciones ambientalistas, o, al menos, está exasperada por las noticias sobre ataques y asaltos a granjas. El portavoz de los alcaldes de Trento, Paride Gianmoena, declaró en los últimos días que estaba «muy preocupado» por la seguridad de los ciudadanos. Giacomo Redolfi, regidor de Mezzana, una pequeña ciudad de Val di Sole, donde el oso está muy presente, explicó a la agencia Ansa: «Ahora en muchas zonas la presencia de los osos se superpone a la de las personas. El fenómeno debe gestionarse, de lo contrario tendrá consecuencias dramáticas. Vivimos en un lugar maravilloso, pero algunos de mis conciudadanos no salen de casa en la noche. Son ancianos, viven a los márgenes del bosque y tienen el terror de encontrarse con un oso. Así ya no son libres el alcalde«, afirmó Redolfi. Mientras tanto, en Val di Sole ha comenzado una recogida de firmas para pedir un referéndum contra los osos. En pocos días se recogieron más de 6.000.