Con un movimiento anual de casi 360 mil migrantes, Tijuana es una de las principales capitales fronterizas del mundo. Es un lugar en el que las historias de desalojo y necesidad, de abandono y lucha por la esperanza del cruce se plasman en su muro y el sentir de las personas.
Ante esta realidad, artistas y activistas crean proyectos comunitarios con mucho corazón en el que su razón fundamental es dar esperanza a los migrantes y conectar con las personas para que reconozcan los derechos como una necesidad humana de empatía y realidad.
Arte sin fronteras
Enrique Chiu es un artista plástico y muralista tapatío de 43 años cuyo activismo ha tocado corazones en todo el mundo. En 2016 inició el macro proyecto “Mural de la Hermandad”, en el muro fronterizo de Estados Unidos y México, el cual venía gestándose en su cabeza desde 2014 y hoy es el movimiento social y cultural más grande en el norte de México.
A lo largo de siete años, han colaborado más de 7,500 personas en la intervención física del mural, más otra cantidad numerosa de personas y artistas que sumaron a la distancia enviando diseños, ideas y memorias para pintar en el muro. Esta obra se expresa en 2 km del muro de Tijuana, en municipios como Tecate y Mexicali, y en otros estados como Ciudad Juárez y Durango.
Para Enrique, la intención de intervenir el muro de forma colaborativa fue “plasmar esperanza y algo positivo para las personas que vienen desde otras fronteras. Para mí, las obras deben ser sociales y transformar la forma de crear conceptos para que sean más productivos, que transmitan emociones pero desde la parte social”, afirmó en entrevista. Este año, en alianza con la Secretaria de Turismo de Baja California, lanzará la convocatoria para invitar a personas de todo el mundo a intervenir un kilómetro del Mural de la Hermandad en diciembre para así continuar el proyecto y “resguardar los derechos humanos, darle color y esperanza a una zona donde migran millones de personas”.
Este trabajo inspiró la creación del documental “Un mundo sin muros”, del cual es productor y se ha expuesto en todo el mundo. Enrique, además, dirige 8 galerías y espacios de difusión artística, tiene más de 450 murales con causa y exhibe su obra de forma permanente en museos de México, Estados Unidos, España, Guatemala y Alemania.
Un plato de comida y de esperanza
El mundo puede cambiarse un plato de comida a la vez. Esta fue la filosofía que inspiró a Maru Riqué, durante la pandemia, a iniciar los esfuerzos por la seguridad alimentaria de Tijuana, que hoy se consolidan en la asociación civil: Fundación Tijuana Sin Hambre.
Aquí preparan y distribuyen diariamente 3,100 platos de comida caliente a migrantes y población vulnerable, gracias a las donaciones de personas y empresas, el trabajo de alrededor de 2,500 voluntarios de ambos lados de la frontera y alianzas estratégicas con plataformas y marcas como CBX (Cross Border Xpress), Mazda, MacroPay, Xolos, Universidad Humanitas, Instituto Cumbres, entre otras.
En 2023, Fundación Tijuana Sin Hambre entregó 1 millón de comidas a 19 albergues, los cuales atienden a una población diversa, desde bebés y niños, hasta jóvenes, mujeres y adultos mayores de hasta 85 años. Para 2024, se proyecta la misma cantidad de platillos y como meta a largo plazo: “Garantizar la sostenibilidad de este proyecto y extender su modelo colaborativo a otras ciudades de México y del mundo”, sostiene Maru.
Para ella, “Tijuana siempre abre los brazos a quien lo necesite”, por lo que la forma natural de regresar esta solidaridad es con un plato de comida saludable, que reconforte en cuerpo y alma. “No sólo es proporcionar alimentos, sino también esperanza y dignidad. Todos podemos contribuir a crear un mundo donde nadie pase hambre”.
En este espíritu colaborativo, Fundación Tijuana unió esfuerzos con This is about humanity y trabaja de la mano con agentes de la industria gastronómica como los chefs Javier Plascencia, Alfredo Villanueva, Oscar Torres, Sheyla Alvarado, Miguel Torres, Ruffo Ibarra, entre otros, con quienes organizan cenas con causa para recaudar fondos (la siguiente será una cena por Día de Muertos en una hacienda en Rancho Santa Fe, en San Diego California); así como con reconocidos artistas plásticos como el mismo Enrique Chiu y Alejandra Phelts.
Del mismo modo, en 2023 iniciaron la división Tijuana sin hambre kids, en la que 200 niños colaboran activamente los sábados cocinando con sus propias manitas.
Sigue de cerca estas iniciativas con causa que trascienden fronteras en: @enriquechiuarte y @fundaciontijuanasinhambre.