Huw Edwards, el periodista y presentador más conocido de la BBC, se declaró culpable el miércoles por “realización de imágenes indecentes de niños”. Este suceso ocurre un año después del escándalo que llevó a su salida de la cadena pública británica.
El expresentador, de 62 años, quien narró los eventos más significativos del Reino Unido desde principios de los años 2000, tomó esta decisión durante una sesión preliminar en el tribunal de Magistrados de Westminster en Londres.
La declaración de culpabilidad significa que el juez emitirá su sentencia sin necesidad de un juicio. Edwards, que se presentó con un traje oscuro, enfrenta hasta diez años de cárcel. No obstante, la Fiscalía sugirió que podría bastar con una pena de prisión condicional y tratamiento obligatorio debido a sus problemas psicológicos y “remordimientos sinceros”.
La acusación incluye 41 imágenes, algunas de un menor de entre 7 y 9 años, compartidas en la aplicación de mensajería WhatsApp entre diciembre de 2020 y agosto de 2021.
Durante dos décadas, Edwards presentó el noticiario nocturno e informó a los británicos de la muerte de la reina Isabel II el 8 de setiembre de 2022.
Hace un año, Edwards se convirtió en noticia tras ser acusado de pagar a un adolescente a cambio de fotografías de carácter sexual, lo que resultó en su suspensión del trabajo. En ese momento, la policía indicó que no había encontrado pruebas de una infracción penal.
El presentador nunca regresó a la pantalla y en abril, la BBC anunció su dimisión, la cual fue decidida por el periodista “por consejo de sus doctores”.
La inculpación de Edwards y la gravedad de los cargos son un nuevo golpe para la reputación de la BBC, que ya fue duramente criticada por su manejo del escándalo. La cadena realizó una investigación interna que reveló deficiencias en sus procedimientos para tratar las denuncias relativas al comportamiento de sus empleados.
Este incidente se suma a otros escándalos sexuales en la historia de la BBC, como el caso de Jimmy Savile, quien fue acusado de violaciones y agresiones sexuales a menores durante décadas, reveladas un año después de su muerte.
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