El 31 de julio se conmemoran 53 años desde que el astronauta de la misión Apolo XV, Dave Scott, condujo por primera vez el famoso ‘buggy’ todoterreno en la superficie lunar.
El Lunar Rover Vehicle (LRV) llegó a la Luna empaquetado, con dimensiones de 90 x 150 x 170 centímetros, y fue introducido en un compartimento del módulo de descenso LEM. La autonomía del vehículo se estableció en 78 horas de funcionamiento durante el día lunar.
Los tres vehículos LRV, que también participaron en las misiones Apolo XVI y XVII, fueron construidos por la empresa Boeing con apoyo de Delco Electronics de General Motors.
El LRV tenía un chasis de aluminio dorado, cuatro ruedas de malla de acero y dos asientos. Una vez desplegado, sus dimensiones eran de 3,10 metros de longitud, 1,80 metros de anchura y pesaba 181 kilos vacío, incluyendo el dispositivo de fijación y despliegue. Con carga, su peso alcanzaba los 621 kilos.
Este vehículo alcanzaba velocidades de 3 a 4 kilómetros por hora, con una máxima de 14 kilómetros por hora. En total, recorrió 90,8 kilómetros por la superficie lunar, sin alejarse más de 9,6 kilómetros del módulo, distancia considerada segura en caso de avería.
Además de transportar a dos astronautas, el LRV llevaba antenas de bajo alcance, repetidores de comunicaciones de radio en directo con la Tierra, cámaras de 16 milímetros con cargadores, telecámaras, una fotocámara de 70 milímetros, una perforadora de suelo, pinzas para recoger muestras, magnetómetro, herramientas, repuestos y casetes bajo los asientos.
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