La supuesta representación de la Última Cena de la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de París ha sido uno de los momentos más controvertidos que se han sucedido en los primeros días de la competición. La interpretación del cantante francés Philippe Katerine, pintado de azul y acompañado por 'drag queens' provocó la consternación de algunos grupos católicos y obispos franceses, quienes condenaron lo que consideraban «escenas de escarnio y burla del cristianismo». Sin embargo, no han sido los únicos representantes religiosos que han alzado su voz en contra del espectáculo ocurrido el pasado viernes. En ese sentido, el arzobispo húngaro Balázs Bábel, en una misa realizada el pasado domingo, confesó su opinión sobre la recreación. Pese a que la portavoz de los Juegos Olímpicos de París 2024, Anne Descamps, reveló el domingo que: «Está claro que nunca ha habido intención de faltar al respeto a ningún grupo religioso. Si alguien se ha sentido ofendido, por supuesto que lo sentimos muchísimo». Durante el Día Mundial de los Abuelos y las Personas Mayores en Hungría, el arzobispo dedicó parte de su sermón a hablar del incidente. Según Bábel, se trató de una terrible profanación de la Eucaristía y confesó que los organizadores se excusan en vano diciendo que querían encarnar una fiesta pagana . «¿Por qué debería llevarse el insulto de la Eucaristía a un evento deportivo, cuando el propio Papa lo acogió como un signo de paz, amistad y unión? ¿Y de quién debería burlarse? Esto es un gran dolor para nosotros», reveló Bábel según el medio húngaro 'Index'. Asimismo, el arzobispo expresó que la actuación fue un acto de gran cobardía . «No me atrevería a hacer lo mismo con los musulmanes, burlándose de sus cosas sagradas, porque podrían esperar, como Charlie Hebdo, matar a cualquiera que haga eso», señaló. Pese a la polémica suscitada por la escena del acto de inauguración del evento, Thomas Jolly, director del desfile de los deportistas por el Sena, negó haberse inspirado en la icónica representación cristiana. «No fue mi inspiración. Creo que resulta bastante claro que se trata de Dioniso y que este llega a la mesa al tratarse del dios griego de la festividad y del vino», así como «el padre de Secuana, que es la diosa vinculada al río Sena», confesó en el plató de la cadena de televisión francesa 'BFM TV'. Por último, aunque el creador de la representación no reveló si se había inspirado en alguna obra, varios expertos en historia del arte han señalado su gran parecido con ' La fiesta de los dioses ' del artista holandés Jan Harmensz van Bijlert .
