Sorpresivamente la Vicepresidenta habilitó la agenda parlamentaria para discutir la actualización del sistema previsional que Milei amenazó vetar. Contrapropuesta del Ejecutivo, la advertencia de Guillermo Francos y una reunión sin fotos en Casa de Gobierno.
Tras dos semanas de receso invernal la vicepresidenta Victoria Villarruel habilitó en el Senado el debate por la nueva fórmula de jubilaciones que llevó al presidente Javier Milei a calificar de "degenerados fiscales" a los diputados que le dieron media sanción. Sin embargo, el oficialismo de la Cámara alta no avanzará en los tiempos que reclamaba la oposición peronista y se retomará el debate en comisión este miércoles a partir de las 14, aunque, sin apuro.
Al plenario de comisiones de Trabajo y Previsión Social y de Presupuesto y Hacienda asistirán el titular de la Anses, Mariano De los Heros, y el secretario de Trabajo, Julio Cordero, entre otros funcionarios del Poder Ejecutivo que irán a explicar cómo impactaría la movilidad jubilatoria -de aprobarse- en el Presupuesto nacional. La presidenta del plenario, la cordobesa Carmen Álvarez Rivero (PRO) ya avisó que no apurará la discusión y no puso fecha para el dictamen y la llegada de la iniciativa al recinto.
Con auxilio de la oposición dialoguista, incluidos los radicales que como Martín Lousteau tienen proyecto propio, La Libertad Avanza logró frenar a Unión por la Patria en su intento por aprobar la movilidad sobre tablas antes de las vacaciones de invierno.
La iniciativa que en junio aprobó Diputados con dos tercios de los votos conformados por dialoguistas -UCR, Hacemos Coalición Federal y provinciales- y Unión por la Patria establece una recomposición del 8% en los haberes previsionales, un empalme por lo perdido con la inflación del mes de enero, y también un adicional anual del 50% por RIPTE que se pagaría en marzo.
Bajo la amenaza de Milei de vetar la ley -lo que se dificulta si se aprueba con mayoría especial- los senadores analizarán esta tarde un informe elaborado por la Oficina del Presupuesto del Congreso sobre el impacto fiscal de la norma.
Al mismo tiempo y para evitar la posición compleja en la que quedaría el Gobierno, este martes pasaron por el Palacio Legislativo dos de los habituales negociadores del Gobierno, el vicejefe de Gabinete, José Rolandi, y la secretaria de Planeamiento Estratégico, María Ibarzabal Murphy. Ambos funcionarios transmitieron a senadores del PRO, la UCR y otros bloques la posibilidad de negociar la compensación del 8,1% a cambio de frenar parte de la iniciativa que ya tiene media sanción, como el aumento anual en marzo entre otros puntos.
Por otra parte pesará el análisis que hizo la OPC según el cual si se mantiene el bono de $ 70.000 en el proyecto del Sistema Integrado de Jubilaciones y Pensiones el gasto adicional sería 0,44% del PBI este 2024, y entre 0,69% y 0,80% el año siguiente. Comparado con la aplicación del DNU 274/24 sin bonos de $ 70.000 el impacto incremental se estima entre 1,14%y 1,25%.
Cabe recordar que se impone un plazo de seis meses para cancelar las deudas previsionales por juicios con sentencia firme o las contraídas a favor de las cajas provinciales no transferidas y que las deudas certificadas con provincias que no transfirieron sus cajas previsionales asciende a $ 703.353 millones (corrientes) monto equivalente a 0,13% del PBI. Este apartado es uno de los que cuestiona la Casa Rosada.
En ese sentido diputados como el dialoguista Miguel Ángel Pichetto le advirtieron al Ejecutivo sobre la inseguridad jurídica que representa legislar en esta materia vía decreto. "Ya la Corte sentó jurisprudencia, al Gobierno le conviene una ley" le dijo Pichetto a El Cronista días atrás.
Según el orden del día, además de las propuestas del radical Lousteau, también presentaron sus propios proyectos la senadora Edith Terenzi (Cambio Federal) y el peronista entrerriano, ahora cercano al Gobierno, Edgardo Kueider. En paralelo en la presidencia del Senado evitan sumar diferencias con la Casa Rosada tras un mes complejo para el vínculo entre Victoria Villarruel y Javier Milei.
Precisamente ayer y por segunda vez en la semana el Presidente y su vice compartieron una actividad, esta vez fue la habitual reunión de gabinete que no estuvo exenta de tensión. Del encuentro pocos quieren hablar después de la advertencia que les hizo el jefe de Gabinete Guillermo Francos.
En el arranque el ministro coordinador fue explícito y exigió evitar las filtraciones de información sobre lo charlado como las que ocurrieron en anteriores reuniones. Dos datos curiosos: no hubo fotos y Villarruel ni habló.
Javier Mieli en la clausura de la Exposición Rural en Palermo junto a Nicolás Pino y Victoria Villarruel
La titular del Senado sólo contó a su equipo que tomó notas durante todo el encuentro del que también formó parte la secretaria general, Karina Milei, que, a juzgar por los trascendidos que circulan desde su entorno, sigue molesta con Villarruel. Sólo estuvo ausente la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello.
El aviso de Francos pareció no ser escuchado. Alguien hizo circular una versión que se relativizó con fuerte malestar desde el Senado: que meses atrás cayó mal una llegada tarde de Villarruel y que este martes fue ella quien pidió ser parte de la reunión.
"Se invita a todos los funcionarios y cuando ella puede ir va y escucha todo y toma nota con mucho interés" la defendieron quienes la ven a diario visiblemente enojados.
