Los Juegos Olímpicos de París siguen en marcha y con ellos la esperanza de miles de ciudadanos españoles en busca de buen juego y, sobre todo, subir al podio de las medallas. La nutrida delegación nacional, con 382 atletas, lleva días en competición y las esperanzas siguen puestas puesto que alta más de una semana para que acabe el torneo. Entre las expectativas generadas destacan las de las jugadoras del equipo femenino de baloncesto , que arrancó su camino en París el pasado domingo con una espectacular victoria en la prórroga ante China y que en esta primera fase de grupos todavía se las tiene que ver con Puerto Rico, este mismo miércoles, y Serbia. El buen papel ante la muralla china se debió especialmente a Leo Rodríguez y Megan Gustafson , esta última un pívot de origen norteamericano cuyo apellido deja intuir una procedencia que poco tiene que ver con España y que, sea como sea, se ha convertido en una de las piezas claves del equipo dirigido por Miguel Méndez . ¿Por qué y cómo es que juega con España entonces? Seguramente esta es una de las preguntas que se harán quienes se enganchen a la trayectoria del equipo. Gustafson ( Minnessota, Estados Unidos, 1996 ) obtuvo hace más de un año la nacionalidad española, en buena parte, para poder ser una de las elegidas para defender la camiseta española en la cancha. La normativa permite que en todo combinado de baloncesto solo puede haber un jugador nacionalizado, para evitar que según que países se alimentaran en exceso de talento extranjero, y ella fue la elegida por Méndez. Su historia choca especialmente porque hasta ahora no se conocían casos similares en España en los que no hubiera de por medio una relación o simbolismo con el país. De hecho, Gustafson no había ni estado en España hasta entonces pero empezó a hablar con la Federación Española de Baloncesto (FEB) para valorar la opción de jugar con el equipo español. Ella probablemente no hubiera estado con los Estados Unidos en París por lo que la operación, a cambio de un pasaporte, le salía a cuenta. En la actualidad, Gustafson juega desde este último año en Las Vegas Aces de la WNBA, la competición femenina de básquet en Estados Unidos. La pívot tuvo unos inicios prometedores, llegando a ser la Jugadora de Baloncesto Femenina del Año de la Conferencia Big Ten durante dos años, en 2018 y 2019. Paralelamente, y tras las conversaciones con el FEB, acabó obteniendo la nacionalidad española el 14 de junio de 2023 por carta de naturaleza y a finales del año pasado empezó a ser convocada por el equipo nacional. Desde entonces, con discreción pero voz firme, no ha parado de ir explicando su emoción en sus redes por estar en París con España. «¡ Vamos !«, gritaba en su último post tras la victoria ante China.