Hay delegaciones que siempre miran el medallero olímpico con un gesto de resignada envidia. Es ver que Estados Unidos ha superado la veintena en cuatro días de competición y pensar por qué unos tanto y otros tan poco. Pero el olimpismo y el deporte marcan estas enormes diferencias. Mientras los norteamericanos, Australia, China o Francia aspiran a liderar la clasificación al final de los Juegos, hasta 68 países sueñan con emular a San Marino, Turkmenistán y Burkina Faso, las tres delegaciones que en Tokio abandonaron para siempre el grupo de aquellos países que no han conquistado nunca un podio olímpico. Sólo hay que recordar la fiesta de la delegación sanmarinense cuando la tiradora Alessandra Perilli alcanzó la tercera plaza, un...
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