Coleccionar billetes de grandes montos se ha convertido desde hace algunos años en una práctica recurrente en una gran cantidad de personas a nivel mundial. El billete de 1 dólar está compuesto por una textura única y su precio se aproxima a los 2 millones de dólares. Esta moneda se trata de un ejemplar muy deseado por todos los coleccionistas de artículos como billetes y monedas, ya que este presenta algunas características muy especiales.
Este billete presenta detalles muy particulares y es reconocido mundialmente en el entorno del coleccionismo. Por ese motivo, este ejemplar recibe un nombre especial que es "Raimbow Note", que quiere decir Nota del Arco Iris. El diseño de este billete presenta una amplia gama de colores brillantes que lo diferencia del resto de los billetes de 1 dólar que ha impreso Estados Unidos con el paso de los años.
Este billete fue impreso en el año 1869, lo que explica que no sean muchos los ejemplares que existen. No obstante, hace cuatro años uno de estos ejemplares fue vendido en una subasta a un precio de 2 millones de dólares, un dato particular al hablar del valor de este gran billete.
Las personas que se dedican al estudio de moneda o billetes suelen ser coleccionistas o profesionales que se especializan en el arte de la numismática, el cual hace referencia a la definición utilizada para el coleccionismo de billetes y monedas, con fines comerciales, conmemorativos o académicos.
La Oficina de Grabado e Impresión de Estados Unidos se encarga de emitir 7 tipos distintos de billetes con las siguientes de denominaciones: $1, $2, $5, $10, $20, $50 y $100. Cabe recalcar que el país americano ya no emite mayor denominación, como los de $500, $1,000, $5,000 y $10,000 dólares. Pero continúan siendo de uso legal y pueden circular en el mercado sin ningún tipo de restricción.
Ante el incremento de la falsificación de los billetes falsos en el país norteamericano, el Gobierno de los Estados Unidos comenzó un Programa de Educación sobre la Moneda de los EE. UU. (CEP), con la finalidad de garantizar que los usuarios de la moneda estadounidense tengan acceso a información pertinente sobre los billetes de la Reserva Federal. Sin embargo, gracias a los nuevos avances tecnológicos para reproducir el papel moneda y copiar sus elementos gráficos dificultan en algunas ocasiones el poder distinguir un billete falso de uno verdadero.