El mercado de criptomonedas respalda al expresidente tras el "brutal asalto" de la administración Biden al sector.
El fin de semana Donald Trump le prometió a miles de entusiastas de bitcoin que, como presidente, convertiría a Estados Unidos en "la superpotencia de bitcoin del mundo", ganándose un amplio apoyo de un mercado que resiente el escrutinio regulatorio.
"Mi trabajo será liberarlos", dijo Trump.
Con un discurso entusiasta y pro-cripto, el expresidente buscó profundizar sus lazos con una industria cansada de su autopercibida persecución por parte de la administración Biden y preparada para gastar mucho para asegurar una audiencia más amigable con las criptomonedas en Washington.
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Los comentarios de Trump en la conferencia anual de bitcoin en Nashville -primera vez para un candidato presidencial de un partido importante- marcaron un giro para un hombre que hace sólo tres años ridiculizó al bitcoin como una "estafa" que representaba una amenaza para el dólar estadounidense.
El factor de bienestar ayudó a impulsar el bitcoin a un máximo de seis semanas el lunes, tocando brevemente los u$s70.000, muy cerca de su récord histórico de poco más de u$s73.000.
"Creo que será el primer presidente cripto", dijo el capitalista de riesgo Shervin Pishevar al Financial Times.
El abrazo cripto a Trump llega mientras el sector intenta liberarse de la nube oscura que proyecta el fundador de FTX, Sam Bankman-Fried, quien este año fue condenado a 25 años por fraude, y una ofensiva por parte de los reguladores estadounidenses.
Los ejecutivos de la industria lamentan el enfoque agresivo del gobierno estadounidense sobre compañías como Coinbase y la falta de aprobación de regulaciones, argumentando que esto arriesga sofocar la innovación y empujar a las empresas estadounidenses al extranjero.
El sector cripto enfrentó "un asalto brutal" bajo el presidente Joe Biden y Gary Gensler, presidente de la Comisión de Bolsa y Valores (SEC, por sus siglas en inglés), dijo Marc Andreessen, cofundador de la firma de capital de riesgo Andreessen Horowitz, que se autodenomina el mayor inversor en criptomonedas del mundo, habiendo recaudado unos u$s8 mil millones para apuntar al sector. "Ha sido intensamente frustrante e imposible avanzar en esto con la Casa Blanca", agregó.
Por el contrario, la posición de Trump es "un respaldo absoluto y sin reservas de todo el espacio. Un abrazo completo y uniforme de todo", dijo. "Es un cambio absoluto de lo que hemos estado experimentando".
La aparición de Trump en Nashville contrastó fuertemente con Kamala Harris, quien había estado en conversaciones tardías para hablar pero decidió no hacerlo. Los nombres y compañías más importantes en activos digitales están dispuestos a respaldar la campaña de Trump.
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El mes pasado, Pishevar co-organizó una recaudación de fondos para Trump en Silicon Valley en la casa del inversor David Sacks, junto con ejecutivos de Coinbase y Tyler y Cameron Winklevoss, fundadores del exchange Gemini, quienes han donado u$s1.000.000 en bitcoin, cada uno, a su campaña. Jesse Powell, cofundador del exchange de criptomonedas Kraken, dijo que donó u$s1.000.000, mayormente en ether.
Otros grandes donantes de Trump -el CEO de Cantor Fitzgerald, Howard Lutnick- se unieron a los asistentes en Nashville junto con partidarios que llevaban sombreros rojos con la leyenda Make Bitcoin Great Again. Afuera, una Tesla Cybertruck promoviendo Bitcoin rodeaba la conferencia de Nashville, compartiendo una ruta llena de autobuses de despedida de solteros, tractores y tabernas a pedales.
El discurso de Trump estuvo lleno de promesas para la industria cripto de EE.UU., desde llamarlos "Edisons modernos" hasta conmutar la sentencia de Ross Ulbricht, que está condenado a cadena perpetua por crear el mercado negro online, Silk Road.
Obtuvo el mayor aplauso al prometer despedir al villano de la industria - el presidente de la SEC, Gensler-, quien ha sido un crítico ferviente de las cripto.
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Durante el mandato de Gensler, la agencia ha presentado demandas contra los mayores exchanges, incluyendo Binance, Coinbase, Kraken y Gemini, así como contra el proveedor de pagos Ripple Labs y la compañía de software blockchain Consensys, entre otros, acusándolos de violaciones a las leyes de valores. Trump se sorprendió tanto por el estruendoso rugido de la audiencia que repitió su promesa.
También prometió poner fin a la "represión", diciendo que las reglas deberían ser "escritas por personas que aman su industria, no por personas que odian su industria".
Los asistentes a la conferencia quedaron particularmente impresionados con la promesa de Trump de crear una "reserva nacional estratégica de bitcoin" al no vender los aproximadamente 210.000 bitcoins que han sido confiscados por el gobierno federal.
"Creo que definitivamente ganó algunos votos", dijo Fred Thiel, director ejecutivo de la minera de criptomonedas Marathon Digital Holdings, después de reunirse con Trump.
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El abrazo de Trump al sector cripto ha estado en marcha durante varios meses; ha estado aceptando pagos en cripto y dijo que su campaña había recibido más de u$s25 millones en donaciones en cripto. Su candidato a vicepresidente, J.D. Vance, tenía hasta $250.000 en bitcoin, según su formulario de divulgación financiera de 2022, ganando a la campaña republicana más elogios de los ejecutivos.
El mercado también se ha vuelto más astuto políticamente con su dinero desde los días en que Bankman-Fried respaldaba a políticos individuales. El grupo pro-cripto Fairshake se ha convertido en uno de los Pacs más grandes hasta ahora este año, recaudando casi u$s203 millones, según los registros. El grupo está respaldado por Coinbase, Ripple y Andreessen Horowitz, entre otros, pero no tiene planes de participar en la campaña presidencial.
"Está claro que [Trump] ha pensado mucho en mantener la industria estadounidense aquí. Ya sea proteccionismo o mantener las cosas en el país, sospecho que ese es el principio subyacente", dijo un alto ejecutivo de un exchange de criptomonedas de EE.UU.
En una señal de la preocupación de los demócratas por la escalada del apoyo cripto detrás de Trump, los asesores de Kamala Harris en los últimos días han buscado "reiniciar" las relaciones entre el partido demócrata y la industria, contactando a personas en compañías como Coinbase y Ripple, informó el FT.
Pero no todos están convencidos del compromiso de Trump con el sector.
Vitalik Buterin, cofundador de Ethereum, criticó el respaldo interesado del mercado a Trump. Apoyar a candidatos pro-cripto significa que "los políticos entienden que todo lo que necesitan para obtener su apoyo es respaldar al ‘cripto'", escribió en una reciente publicación de blog.
Otros critican la relación egoísta entre Trump y la industria del cripto.
"Las opiniones de Trump pueden comprarse, como hemos visto", dijo Vinod Khosla, fundador de Khosla Ventures, agregando que los ejecutivos claramente estaban contribuyendo a su campaña para lograr una regulación menos onerosa, para que pudieran ganar más dinero.
El equipo de campaña de Trump "ciertamente es muy astuto cuando se trata de saber dónde pararse y saber qué parte del electorado podría ser útiles", dijo Sheila Warren, directora ejecutiva del Consejo de Innovación Cripto.
"Postularse para presidente y ser presidente son cosas muy diferentes... lo que realmente haría en el cargo es una pregunta diferente".
