El calendario en el golf no da respiro y después del LIV de Reino Unido llega la cita olímpica masculina. España llega con dos representantes con serias opciones de metal, sobre todo un Jon Rahm que acude a París ultramotivado después de su triunfo en Rocester el pasado domingo, el primero en quince meses y con el que rompió la mayor sequía de su carrera. No vencía desde el Masters de Augusta el 9 de abril de 2023. «Firmo porque los dos consigamos una medalla, ¿por qué no?», sentenció este martes con su habitual aplomo el vasco en la rueda de prensa previa. Compareció Rahm ante los medios junto a David Puig , la gran promesa del golf español convertida en realidad. Natural de La Garriga, Barcelona, cruzó el charco y, como el vizcaíno, estudió en la Universidad de Arizona. Sin llegar a debutar como profesional en la meca de todo jugador, el circuito de la PGA , los petrodólares del LIV llamaron a su puerta y en sus filas lleva los últimos dos años. Reside en Scottsdale, Arizona, y entrena casi a diario junto a su amigo Rahm. Ambos volaron el lunes de Rocester a París y se hicieron multitud de fotos por la Villa Olímpica. Hasta con la princesa Leonor y la infanta Sofía. «Estar aquí, representando a España, aún me parece imposible. En enero estaba muy lejos de conseguir la clasificación, pero después de ganar en el Asian Tour vi que el sueño podría ser posible», confesó Puig, que necesitado de puntos al negárselos el circuito árabe se subió al avión para disputar, cuando el calendario se lo permitía, cualquier torneo del Tour Asiático en busca de esos puntos. Finalmente consiguió el billete a los Juegos de forma agónica, al superar el corte en el US Open de Pinehurst por la mínima. Dejaba así sin plaza a Jorge Campillo, que hubiese disputado sus segundos Juegos. El extremeño fue penúltimo en Tokio y su compatriota Adri Arnaus finalizó en el puesto 38. Las expectativas ahora son más altas. Rahm, que se perdió la cita celebrada en 2021 por su positivo en coronavirus, ha recuperado su gran juego y se ve capaz de todo. «Ganar aumenta la confianza en uno mismo, vengo con mucha energía positiva. Muy pocas personas en la historia pueden decir que han sido parte de los Juegos Olímpicos, y por eso es tan especial para nosotros. Ojalá podamos formar parte del éxito español esta semana y añadir las nuestras a la cuenta de medallas de España, sería increíble. Ganar una medalla olímpica representando a tu país es un honor a la altura de los 'majors' en golf», ambicionaba el de Barrika. «He dejado de ver a Jon como el héroe español, lo veo como un amigo que me ha ayudado a jugar mejor y llegar a este nivel. Ojalá estos Juegos Olímpicos sirvan para que el conjunto de la sociedad española conozca mejor el golf y disfrute de él», añadió Puig. La organización ha brindado a Rahm uno de los mejores partidos del torneo. Saldrá el vizcaíno el jueves a las 11.55 horas (el viernes a las 9.55) junto al defensor del oro, el estadounidense Xander Schauffele , ganador este año del PGA Championship y el British y número dos del mundo, y el noruego Viktor Hovland, séptimo en el ránking. Puig saldrá mañana a las 11.06 (viernes, 9.11) en un partido con el polaco Adrian Meronk, también del LIV, y el finés Sami Valimaki, fuera del top-100.