Esquerra Republicana y PSC alcanzaron un principio de acuerdo que se someterá a consulta de la militancia republicana el viernes día 2. Si el voto es afirmativo, Illa comunicará al presidente del Parlament, Josep Rull, su disposición a acudir a un debate de investidura. Rull realizará una ronda de consultas con las fuerzas políticas, que no es necesario que sea presencial, y convocará acto seguido a la Diputación Permanente del Parlament que deberá aprobar por mayoría absoluta la candidatura. Una vez obtenido el beneplácito de la Junta, Rull convocará pleno pasadas 48 horas lo que sitúa la investidura el día 7 y la votación el 8. En todo este proceso planeará el posible retorno de Carles Puigdemont a España aunque por el proceso parlamentario es difícil, mejor dicho imposible, que pueda presentar su candidatura porque no tiene los votos necesarios en la Diputación Permanente.
El preacuerdo fue anunciado por ERC y el PSC mantuvo un discreto silencio dejando todo el protagonismo a los republicanos y también toda la presión. Hoy las redes van llenas de insultos y amenazas a los miembros de ERC. La ejecutiva de ERC avaló el acuerdo y lo vendió como todo un éxito de máximos.
Hoy podremos comprobar hasta donde llegan los acuerdos, sobre todo, los referentes a la financiación autonómica y las modificaciones reglamentarias de la LOFCA que deben ser aprobadas en el Congreso para lo que se requerirá, paradojas de la política, el apoyo de Junts per Catalunya. Hoy se reúne la ejecutiva federal del PSOE para validar un acuerdo al que ya le han llegado duras críticas de Emiliano García Page y Javier Lambán, y del Partido Popular.
LA RAZÓN ha tenido acceso al preacuerdo alcanzado entre ERC y PSC en el que se puede analizar la letra pequeña.
(Habrá ampliación)
