CARACAS, julio 29.— Apenas ratificada su victoria del domingo por el Consejo Nacional Electoral (CNE), el reelecto presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, denunció este lunes que se está intentando imponer en el país un golpe de Estado «nuevamente, de carácter fascista y contrarrevolucionario» que denominó «una especie de Guaidó 2.0».
La alerta fue lanzada desde la sede del CNE donde su titular, Elvis Amoroso, confirmó la reelección del representante de las fuerzas bolivarianas, verificada la víspera al filo de la madrugada luego de una jornada que transcurrió en paz y matizada por el entusiasmo de los electores, que hicieron largas colas en horas de la mañana para emitir el sufragio, y totalizaron una asistencia en torno al 60 por ciento.
La jornada fue espléndida, celebrada masivamente y con alegría por los seguidores del proceso bolivariano, y transcurrió sin incidentes a pesar de los temores de actos violentos aupados por la derechista Plataforma Unitaria Democrática, cuya renuencia a suscribir el compromiso de acatar el dictamen del ente electoral ha sido verificada, pues 24 horas después de divulgarse los primeros resultados no se había conocido que su candidato, Edmundo González, reconociera su derrota, verificada por una diferencia de siete puntos porcentuales.
Por el contrario, al entrar la tarde y poco después de la advertencia de Maduro, comenzaron a divulgarse en las redes sociales videos que daban cuenta de ataques violentos contra transeúntes por el hecho de que «parecían chavistas», algunos de ellos divulgados por la vicepresidenta Delcy Rodríguez y por el canciller Yván Gil.
Mientras, en la Asamblea Nacional, el titular del órgano legislativo, Jorge Rodríguez, denunciaba que el plan violento de la ultraderecha estaba en pleno desarrollo.
«El verdadero plan es el que están tratando de ejecutar a esta hora, que es sembrar la violencia en las calles», afirmó, y convocó al pueblo a una gran marcha nacional este martes desde distintos puntos del país hasta Miraflores, para celebrar la victoria, preservar la paz y enfrentar la ola de desestabilización que propone la derecha.
Rodríguez exhortó a salir a las calles a todas las fuerzas, en sus ciudades, para defender la paz. «Nosotros somos la mayoría y por eso nos vamos a la calle a defender la paz. Usted tiene derecho a la paz. Quizá el candidato por el que usted votó es el que está engendrando la violencia», señaló.
Entre otras acciones violentas ejecutadas este lunes, Rodríguez mencionó la quema de la Esfera de Soto, escultura ubicada en la autopista Gran Cacique Guaicaipuro.
Rodríguez también denunció las pretensiones de la opositora María Corina Machado de convocar a una intervención internacional, vincularse con el Comando Sur y el exembajador colombiano ante la Organización de Estados Americanos (OEA) por solicitar la aplicación del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR) contra Venezuela.
Tras el cierre de los colegios el domingo, la mentora de González, María Corina Machado, frustrada aspirante por estar inhabilitada para ocupar cargos públicos pese a lo cual le hizo la campaña a su correligionario, había reivindicado que la Plataforma era la ganadora.
La campaña con la supuesta tesis del fraude fue echada a rodar por la derecha desde semanas atrás con la injerencia de políticos de otras naciones, y de terceros que no tardaron en pronunciarse el propio domingo, incluso, cuando el CNE aún no había dado su primer parte de los resultados, y recibieron con la misma prontitud la respuesta de la Cancillería venezolana, que rechazó tales pronunciamientos y el intento de cuestionar la legitimidad de los comicios.
Precisamente este lunes, un comunicado del Gobierno venezolano anunció la decisión de retirar a todo su personal diplomático de las misiones en Argentina, Chile, Costa Rica, Perú, Panamá, República Dominicana y Uruguay, al tiempo que requirió de esos gobiernos el retiro de sus representantes diplomáticos de Venezuela.
La medida fue anunciada luego de reiterar el rechazo del ejecutivo venezolano a lo que señaló como «injerencistas acciones y declaraciones de un grupo de Gobiernos de derecha subordinados a Washington» y comprometidos con «los postulados ideológicos del fascismo internacional», los que tratan de reeditar al fracasado Grupo de Lima con la pretensión de desconocer los resultados electorales que dieron la victoria a Maduro, reveló el mensaje.
Veinticuatro horas antes, en otro comunicado oficial, la Cancillería calificó esa actitud como una «operación de intervención» contra el proceso electoral, e identificó esos Gobiernos junto a políticos de ultraderecha como Iván Duque, Mauricio Macri, Andrés Pastrana, Oscar Arias, Marco Rubio y Rick Scott, quienes pretenden desconocer el pronunciamiento en paz de los votantes venezolanos y la seguridad y transparencia del sistema electoral, señaló.
Por supuesto, no han faltado las expresiones de injerencia de Estados Unidos, desde donde se implementa la guerra multifacética contra Venezuela, y cuyo secretario de Estado, Anthony Blinken, declaró desde Japón, donde se encuentra de visita, que su país tiene «seria preocupación» en torno a la veracidad de los resultados. Antes, Blinken había pedido lo que llamó «un recuento justo y transparente».
La posición estadounidense es la misma sostenida tras las presidenciales venezolanas de 2018, cuyos resultados tampoco fueron reconocidos por Washington y sirvieron de falso asidero al entonces presidente Donald Trump para arreciar las presiones iniciadas desde 2015, que han desembocado en la vigencia de más de 900 medidas coercitivas unilaterales contra Caracas, a pesar de que la necesidad del crudo venezolano ha hecho que Joe Biden adopte, por momentos, actitudes aparentemente más flexibles.
Al recibir el dictamen oficial del CNE en su sede, Maduro afirmó precisamente «que esta película ya la vimos», tildó de fascista el golpe de Estado que, anunció, está en marcha, y aseguró que se trata de «la ultraderecha fascista, y los mismos grupos dirigidos por el imperio norteamericano».
Maduro advirtió a «los involucrados y a los que avalen esta operación contra la democracia venezolana que la película ya la sabemos y esta vez no va a haber ningún tipo de debilidad (…) Esta vez en Venezuela se respetará la Constitución, se respetará la ley y no se impondrá ni el odio, ni el fascismo, ni la mentira, ni la manipulación», precisó.
En medio del festejo popular la noche del domingo, el mandatario reelecto confirmó la convocatoria anunciada antes a un gran diálogo nacional para lo que llamó a un nuevo consenso en torno al plan de las Siete Transformaciones, que es el programa de Gobierno de la etapa que se abre.
Maduro adelantó que entre los propósitos principales estarán consolidar el crecimiento económico, el diálogo nacional, el diálogo cultural, el diálogo político y popular: «Que respeten la decisión del pueblo del 28 de julio».
Este lunes, el Jefe de Estado venezolano reiteró su consideración de que la jornada precedente fue histórica y adelantó que este sexenio estará centrado en el propósito de «hacer irreversible la paz, la igualdad, la independencia nacional», así como llevar el país «a la paz y la prosperidad y a la unión nacional a través del diálogo».
En su cuenta en X, Maduro agradeció algunos de los muchos mensajes de reconocimiento a su reelección que ha recibido, entre los cuales se encuentran los saludos de los presidentes de naciones como Rusia, China, Irán, España, Guinea Bissau, Serbia, Honduras, y de los países miembros del ALBA-TCP, que felicitaron su triunfo como bloque, aunque de manera individual algunos también se congratularon por su victoria, como Nicaragua, Bolivia y Cuba.