La dejadez, la falta de tiempo y nuestro acelerado ritmo de vida parece haber cambiado nuestra forma de alimentarnos, con un visible aumento del consumo de ultraprocesados y comida preparada y una reducción del consumo de verduras y hortalizas . Según los datos de un informe reciente de la Fundación Española de la Nutrición, hoy se consumen en España apenas unos 269 gramos de media de frutas y verduras, un 40% menos de lo que se tomaba en 1964. Estas cifras, además, se sitúan muy por debajo de las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que aconseja comer, como mínimo, 400 gramos diarios de frutas y verduras para prevenir enfermedades cardiovasculares y seguir una alimentación saludable. Una de las ideas prácticas que contribuye al consumo de vegetales es tener a mano una especie de «fondo de armario» en el congelador con todo tipo de verduras ultracongeladas cortadas y preparadas , no sólo porque facilita la elaboración de platos en el día a día, sino porque también contribuye a reducir el desperdicio alimentario, que suele aumentar en verano. De hecho, con esta fórmula se puede utilizar y consumir la cantidad que se desee y se puede guardar el resto, según proponen los expertos de la ASEVEC (Asociación Española de Fabricantes de Vegetales Congelados). A pesar de que desde el punto de vista nutricional las verduras ultracongeladas aportan las mismas propiedades (o en algunos casos, más) que las frescas lo cierto es que aún persisten algunas ideas equivocadas sobre su calidad y su conservación . Desde el punto de vista culinario, las verduras congeladas ofrecen una solución práctica para incorporar en el día a día en forma de cremas, gazpachos, muffins, gofres, guisos, arroces, pastas o empanadas. Según destaca Álvaro Aguilar, secretario general de ASEVEC, la clave es su facilidad de uso y almacenamiento, el hecho de estar disponibles en el supermercado durante todo el año y el hecho de que se ofrezcan listas para cocinar, pues ya vienen lavadas, peladas y cortadas. Desde ASEVEC proponen estas tres recetas preparadas con verduras congeladas que pueden resultar útiles para los menús veraniegos: Elaboración: Lo primero que se debe hacer es cocinar las espinacas y los guisantes congelados según las indicaciones del envase y deja enfriar. A continuación se mezclan los ingredientes en una batidora hasta obtener una textura suave. Y por último se ajusta el sabor con sal y pimienta. Para que resulte una opción veraniega refrescante recuerda refrigerar antes de servir. Cocina las verduras congeladas hervidas o al vapor. A continuación mezcla en un bol la harina, el polvo de hornear, la leche, los huevos y la mantequilla derretida. Mezcla bien todos los ingredientes hasta obtener una masa homogénea. Después añade las verduras cocinadas a la masa y mezcla de nuevo. Cocina la masa en una gofrera hasta que los gofres estén dorados y crujientes. Por último, rellena los gofres con jamón y queso al gusto. Lo primero que debe hacerse es precalentar el horno a 180°C y engrasar un molde para los muffins. A continuación se cocinan las verduras hervidas o al vapor. En un bol, se mezcla harina, polvo de hornear, sal y pimienta al gusto y se añaden los huevos batidos y la leche. Se mezcla todo bien y se añaden las verduras y el queso cheddar rallado. Se mezcla todo de nuevo y se rellenan los moldes para muffins con la masa. Se hornea durante unos 20-25 minutos o hasta que estén dorados. Por último desde ASEVEC destacan que gracias al proceso de ultracongelación se consiguen preservan sus nutrientes esenciales, sabor y textura, así como sus vitaminas y minerales, asegurando que cada bocado sea tan nutritivo como cuando estaban frescas. Además, tienen un bajo contenido calórico y son ricas en fibra. «Las verduras congeladas son una opción ideal para quienes buscan mantener una dieta saludable, rápida y nutritiva . El verano es un momento idóneo para disfrutar del sabor, la comodidad y la creatividad que ofrecen las verduras congeladas», concluye Aguilar.