Bogotá. Desde un cauto reconteo de votos hasta expresos temores de fraude, la comunidad internacional no tardó en reaccionar a la cuestionada reelección del presidente Nicolás Maduro, quien contraatacó al ordenar el retiro del personal diplomático de Venezuela en Argentina, Chile, Costa Rica, Panamá, Perú, República Dominicana y Uruguay.
Estos siete países latinoamericanos, junto con Ecuador y Paraguay, habían considerado “indispensable” que existieran “garantías de que los resultados electorales respetaran a cabalidad la voluntad popular expresada por el pueblo venezolano en las urnas”, en un comunicado conjunto publicado la víspera.
Tras el anuncio de la autoridad electoral venezolana, que dio por ganador a Maduro con el 51% de los votos sobre el candidato opositor, Edmundo González Urrutia (44%), representante de la carismática líder María Corina Machado, una ola de descrédito se esparció por varios países, inclusive la ONU, que pidieron un escrutinio de las votaciones.
En un comunicado, la Cancillería venezolana consideró que la posición de esos siete Gobiernos “atenta contra la soberanía nacional” y exigió el lunes que se retiren también los diplomáticos de esos países acreditados en Caracas.
Los Gobiernos, en distintos niveles, no tardaron en responder:
El presidente de Panamá, José Raúl Mulino, anunció el retiro de sus diplomáticos en Venezuela y puso “en suspenso” las relaciones con Caracas.
Será el caso “hasta tanto no se realice una revisión completa de las actas y el sistema informático del escrutinio de votación que permitan conocer la genuina voluntad popular”, dijo Mulino en conferencia de prensa.
Ambos países no tienen embajadores, por lo que la relación bilateral se mantiene con encargados de negocios.
“Es solo propio de regímenes dictatoriales”, agregó el canciller chileno, Alberto Van Klaveren, en declaraciones a CNN Chile, al ser consultado por la decisión de Maduro.
“No tengo recuerdo de una medida de esas características, y lo que revela es el aislamiento que tiene el gobierno venezolano”, señaló el diplomático.
De su lado, la ministra del Interior, Carolina Tohá, quien ejerce como vicepresidenta del país al estar Boric de gira en Emiratos Árabes, indicó que los esfuerzos de Chile se concentrarán en “lograr que las elecciones que hubo hace pocas horas en Venezuela tengan un resultado transparente, validado y se respete la voluntad del pueblo venezolano”.
En una medida recíproca, Perú ordenó a los funcionarios venezolanos abandonar el país andino “en un plazo no mayor a 72 horas” ante “las graves y arbitrarias decisiones tomadas hoy por el régimen venezolano”, informó en un comunicado.
“Argentina no ha roto vínculos con Venezuela. Si ellos lo han hecho, no nos lo han transmitido todavía”, aclaró la canciller argentina, Diana Mondino, al canal LN+.
Al ser consultada sobre una eventual ruptura de relaciones, contestó que “sería otro disparate a los que Maduro ya nos está acostumbrando”.
“No tiene ninguna lógica pensar que cortando relaciones la situación de ellos podría mejorar”, dijo.
En la Embajada de Argentina en Caracas se encuentran refugiados desde hace semanas seis colaboradores de Machado, una situación que Mondino calificó de “compleja”, pues “no dan autorización o no contestan o no sabemos qué hacer con las personas que están refugiadas”.
La canciller destacó que “en el caso de que nuestros diplomáticos tuvieran que dejar la Embajada, tiene la obligación, el gobierno de Venezuela, de dejarlps salir (a los refugiados) con nuestros diplomáticos. Es realmente inaudito”.
Para el gobierno de Luis Lacalle Pou, se trata de una “decisión intempestiva, injustificada, del régimen de Maduro ante una preocupación legítima planteada por Uruguay por el proceso electoral”, dijo a la AFP una fuente del Ministerio de Relaciones Exteriores uruguayo.
“En las próximas horas se va a estar decidiendo qué va a pasar con la embajadora Silvana Montes de Oca y con el personal diplomático que está en Caracas”, precisó la fuente.
Según una fuente de la Cancillería costarricense, este país centroamericano no cuenta con ningún representante diplomático en Venezuela, por lo que la medida de Maduro no tiene efecto práctico.
La misma fuente asegura que Caracas no tiene representantes diplomáticos, aunque hay dos funcionarios consulares trabajando en un inmueble en la capital, San José, con un rótulo que dice: “Embajada de Venezuela”.
Costa Rica suspendió relaciones diplomáticas con el gobierno de Maduro desde el 2020, con el retiro de un funcionario diplomático costarricense y el cierre de la embajada y consulado, que se hizo efectivo a partir del 1.° de octubre de ese año.
En el 2023, se reanudaron las relaciones consulares, no diplomáticas; pese a que en este momento no hay personal ni diplomático ni consular en Venezuela.
Costa Rica brinda atención desde sus consulados en Panamá, Colombia y República Dominicana.
El presidente dominicano, Luis Abinader, expresó en la red X su “profunda preocupación por el proceso electoral en Venezuela, pues la transparencia debe ser la base de su legitimidad”.
El país caribeño no se ha manifestado de momento sobre el retiro de personal diplomático anunciado por Maduro.