El santoral, también conocido como calendario litúrgico, es un libro religioso que contiene la lista de los santos reconocidos por la Iglesia Católica y que se celebra cada día del año. Más allá de una simple lista de nombres, el santoral representa un viaje fascinante a través de la fe, la historia y la cultura cristiana.
Leer el santoral puede ser una fuente de inspiración y motivación en nuestra vida diaria. Conocer las historias de los santos nos anima a cultivar las virtudes que ellos practicaron, como la fe, la caridad, la esperanza, la humildad y la fortaleza. Además, las festividades y tradiciones asociadas a cada santo nos ofrecen oportunidades para participar en la comunidad cristiana y fortalecer nuestra fe.
En el santoral católico se conmemora hoy a los Beatos Braulio María Corres y Catorce Compañeros, miembros de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios que fueron martirizados durante la Guerra Civil Española.
Su historia es un ejemplo de fe inquebrantable, abnegación y compromiso con los más necesitados, incluso en las circunstancias más difíciles. A pesar de la persecución religiosa que enfrentaban, estos hombres religiosos permanecieron fieles a su vocación de servir a los enfermos y pobres, incluso hasta el sacrificio de sus propias vidas.
Braulio María Corres Díaz de Cerio nació en 1886 en Orduña, España. Ingresó en la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios en 1904 y fue ordenado sacerdote en 1911. Dedicó su vida al cuidado de los enfermos y pobres, especialmente en el Hospital Psiquiátrico de Ciempozuelos, Madrid.
Sus Catorce Compañeros provenían de diferentes regiones de España y también se dedicaron al cuidado de los enfermos y necesitados en diversas obras de la Orden. Entre ellos se encontraban hermanos religiosos, sacerdotes y novicios.
Durante la Guerra Civil Española, los religiosos de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios fueron perseguidos por su fe y su trabajo con los más vulnerables. Muchos de ellos fueron arrestados, torturados y asesinados.
Braulio María Corres fue arrestado el 29 de julio de 1936 y fusilado al día siguiente en Madrid.
Sus Catorce Compañeros fueron martirizados en diferentes fechas y lugares de España entre 1936 y 1939.
Los Beatos Braulio María Corres y Catorce Compañeros fueron beatificados por el Papa Juan Pablo II en 1992. Su fiesta litúrgica se celebra el 25 de octubre.
Estos beatos son un ejemplo de la fe cristiana vivida en su máxima expresión. Su testimonio de amor al prójimo, incluso hasta el martirio, nos invita a reflexionar sobre nuestra propia fe y compromiso con los más necesitados.
En Madrid, donde se encuentran los restos de algunos de estos beatos, se celebran diversas actividades para honrar su memoria y promover su devoción.
Manés de Guzmán, nacido en Caleruega (España) alrededor del año 1170, fue un beato de la Iglesia Católica y hermano menor de Santo Domingo de Guzmán, fundador de la Orden de Predicadores (Dominicos).
Manés creció en el seno de una familia noble y religiosa. Junto a sus hermanos, Antonio y Domingo, recibió una formación cristiana sólida. Se dice que era un joven piadoso, estudioso y con un gran interés por la justicia social.
Al igual que su hermano Domingo, Manés sintió la llamada a la vida religiosa. Ingresó en el Monasterio Cisterciense de Gumiel de Izán, donde se dedicó a la oración, el estudio y el trabajo manual.
En 1207, Domingo de Guzmán abandonó el monasterio cisterciense para iniciar una nueva orden religiosa dedicada a la predicación del Evangelio. Manés, sin dudarlo, se unió a su hermano en esta empresa.
Manés desempeñó un papel crucial en la fundación y el desarrollo de la Orden de Predicadores. Su colaboración con Domingo fue invaluable en la organización de la comunidad, la redacción de las constituciones y la expansión de la orden por toda Europa.
Manés era conocido por su humildad, sencillez y profunda espiritualidad. Era un hombre de oración y de acción, siempre dispuesto a ayudar a los demás. Se dice que era un predicador eficaz y un confesor sabio.
Manés falleció en Gumiel de Izán alrededor del año 1234. Su cuerpo fue enterrado en el convento dominico de Caleruega, donde se convirtió en un lugar de peregrinación para los fieles.
En 1960, Manés de Guzmán fue beatificado por el Papa Juan XXIII. Su fiesta litúrgica se celebra el 25 de octubre.
Manés de Guzmán es considerado un modelo de vida religiosa y un ejemplo de colaboración fraterna. Su legado sigue inspirando a dominicos y laicos a vivir el Evangelio con radicalidad y entrega.
En Caleruega, su pueblo natal, se encuentra un santuario dedicado a Manés de Guzmán, donde se conservan sus reliquias.