Patrimonio. El libertador José de San Martín y el virrey José de la Serna se reunieron en esta propiedad en el proceso de la independencia del Perú. Empresa elaborará expediente técnico.
Después de 50 años, la casa hacienda Punchauca, que el 2 de junio de 1821 fue el escenario de la entrevista que sostuvieron el libertador José de San Martín y el virrey José de la Serna, será recuperada y reestructurada, informó el Ministerio de Cultura, el cual ha firmado un contrato para la elaboración del expediente técnico de dicho proyecto.
Esta propiedad, ubicada en Carabayllo, es considerada un símbolo del diálogo y uno de los fundos agrícolas más importantes de la Lima colonial. Así lo explica José Ramírez Tarazona, defensor del patrimonio cultural y docente de Historia, quien agrega que allí se realizaron entrevistas célebres en el contexto del proceso de independencia del Perú. Primero, el 4 de mayo de 1821 se encontraron delegados patriotas y realistas y, luego, el 2 de junio de 1821 hicieron lo propio San Martín y De la Serna.
Ellos se entrevistaron por intermedio del dueño de la propiedad, el señor Jacinto Jimeno y Herrán, un prominente comerciante. “Esta hacienda fue elegida porque era el punto intermedio de ambos y además era un lugar espléndido”, manifiesta.
En este encuentro, el libertador propuso que España reconociera la independencia del Perú, pero el virrey se abstuvo de tomar una decisión al no tener instrucciones. Así, pese al fracaso, esta cita constituyó como la primera cumbre diplomática intercontinental del país con el propósito de buscar una solución pacífica a la guerra. Finalmente, el 9 de julio de 1821, De la Serna enrumbó a España y dejó campo a los patriotas para declarar la independencia del Perú el 28 de julio de ese año.
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Pero no fue el único hito. El profesor Ramírez sostiene que en esta zona, 200 años antes de Cristo, existía una huaca llamada Punchao (día claro con sol), que fue un centro prehispánico de adoración al día. Con la llegada de los españoles, estas tierras fueron asignadas a Nicolás de Ribera y Laredo, el Viejo, el primer alcalde de Lima, quien construyó su casa allí en 1543. Años después, él llegó a ser caballero de la orden de Santiago, por lo que la hacienda se llamó Santiago de Punchauca en su honor.
El 16 de enero de 1881, se dio otro momento histórico durante la guerra con Chile. Luego de las batallas de San Juan y Miraflores, el entonces presidente Nicolás de Piérola llegó a la hacienda en su retirada hacia la sierra tras la invasión de los chilenos. Fue desde este lugar que envió una carta al coronel Belisario Suárez, ordenándole que se retirara de Lima sin oponer resistencia al enemigo, que ya había incendiado Barranco, Chorrillos y Miraflores. “Esa carta firmada aquí en Punchauca salvó de la destrucción a la capital”, afirma Ramírez.
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Esta propiedad, ubicada a la altura del km 25 de la av. Túpac Amaru, está en un estado ruinoso debido a que fue abandonada durante casi 50 años por el propio Estado. Esto pese a que en 1980 fue declarada patrimonio monumental de la nación. Como consecuencia de ello, Ramírez señaló que la parte posterior de la hacienda, que eran la caballeriza y la huerta, fue invadida y robada por invasores.
“Muchas huacas y haciendas en los últimos 50 años han sido arrasadas por pala mecánica y se han robado sus pertenencias. Ni los ministros ni los alcaldes velaron por este patrimonio”, sentencia el profesor que ha dedicado 30 años de su vida a la historia y a la arqueología de Lima norte.
Este mes, el Ministerio de Cultura firmó un contrato con la empresa Muraria para la elaboración del expediente técnico de la hacienda Punchauca. Costará S/582.899, tendrá un plazo de 180 días y culminará el 16 de diciembre. “El proyecto tiene tres componentes para la buena conservación de la infraestructura, el adecuado equipamiento y el mobiliario para brindar servicios culturales”, aseguró.
La pregunta ahora es ¿qué pasará con las más de 20 haciendas de Lima que están en las mismas condiciones de abandono?
