Un fatídico toque con la puerta 14 y los dos segundos de penalización asociados impidieron a Miquel Travé verse en el podio olímpico de slalom C1, después de una bajada donde demostró que puede estar con los mejores.
De hecho, de no ser por este error, pasada la mitad del recorrido, estaba en tiempos de meterse en los metales. El palista de La Seu D'Urgell lo sabía, y de ahí las lágrimas de rabia una vez terminó su competición.
Un Travé cabizbajo que era consolado por la gente de su equipo. Y es que ese fallo le descentró y también le hizo perder algo de tiempo en el siguiente remonte. En los dos primeros parciales iba en cabeza, pero al llegar abajo terminó cuarto provisional y acabaría superado también por el campeón Nicolas Guestin.
Pese al triste desenlace, Travé ha completado un concurso de enorme nivel, pues entró en la final de manera brillante con el segundo mejor tiempo. Pese a la decepción inicial, seguramente el tiempo le permita valorar de forma más positiva el diploma olímpico en sus primeros Juegos.
