Celine Dion, la icónica cantante, padece una rara enfermedad neurológica conocida como el síndrome de la persona rígida. Esta condición, que afecta aproximadamente a una persona de cada millón, provoca espasmos musculares severos y rigidez extrema, limitando significativamente la movilidad y la calidad de vida de quien la sufre.
Aunque no ataca directamente las cuerdas vocales, los síntomas asociados con la enfermedad podrían indirectamente afectar la capacidad de Céline Dion para utilizar su voz al máximo de su capacidad. Lo que sí se sabe es que se trata de una afección debilitante y dolorosa que no solo afecta físicamente a los pacientes, sino que también tiene un impacto emocional y psicológico significativo, pudiendo llevarlos a la ansiedad y la depresión.
¿Y qué hay del otro síndrome de la persona rígida? El de la rigidez y estrechez mental, que limita totalmente el desempeño y desenvolvimiento en esta era, donde la adaptabilidad es la clave del éxito. Cuando la mente se convierte en nuestra mayor barrera, se limita el potencial sin que siquiera te des cuenta.
Es una trampa invisible que, si la trabajas, podrás superarla y abrir las puertas a una mentalidad de cambio y flexibilidad, para adaptarte a lo nuevo.
Aunque la rigidez mental no es una condición médica, comparte similitudes conceptuales con el síndrome de la persona rígida. La rigidez mental se manifiesta como una incapacidad para adaptarse a nuevas ideas, cambios y perspectivas. Esta inflexibilidad generalmente limita el crecimiento personal y profesional, dificultando la resolución de problemas y la creatividad.
Al igual que la rigidez física impide el movimiento, la rigidez mental impide el flujo de ideas y la apertura a nuevas experiencias. Incluso una función estratégica del cerebro, la neuroplasticidad, se atrofia ante la estrechez mental; y es así como aparece la tendencia a repetir viejos patrones que quedaron obsoletos, lo que puede llevar a una vida estancada y limitada.
La rigidez mental puede tener varias consecuencias negativas:
Si te identificas con algunos de los rasgos de las mentalidades poco flexibles, estas cinco ideas pueden ayudarte:
1. Practica la mentalidad de crecimiento
La doctora Carol Dwek habla de la posibilidad de hacer cambios generativos, para mutar de una mentalidad rígida a otra dispuesta a incorporar lo nuevo. Con técnicas de desarrollo personal, puedes reemplazar las creencias estancas, por otras que sean favorables a la adaptabilidad. Por ejemplo, tus habilidades y conocimientos pueden desarrollarse con esfuerzo de tu parte, aprendizaje y práctica concreta cada día.
2. Abraza el cambio
Ve el cambio como una oportunidad para crecer y aprender en lugar de una amenaza. Empieza por cambios menores, como variar el camino hacia tu trabajo, usar ropa de diferentes colores, y organizar el día de una manera distinta. Esto creará nuevas conexiones neuronales, las que te ayudarán a incorporar hábitos novedosos para ti, flexibilizando la mente.
3. Fomenta la curiosidad
Por lo general, la persona de mente rígida no se abre a nuevos conocimientos ni perspectivas que los muevan de su espacio estrecho. Si quieres mejorar en este punto, haz preguntas, explora nuevas ideas y mantén una mente abierta, explorando otras miradas y conversando con gente que piense lo opuesto a ti.
4. Desafía tus mandatos
Desde que nacemos hasta aproximadamente los siete años vamos conformando los pilares de la personalidad, que luego seguimos reflejando en las distintas etapas de la vida. Puede ser que haya algunas creencias, mandatos impuestos y prejuicios que nunca has desafiado, y hoy ya no te funcionan. La sugerencia es trabajar sobre esos aspectos que quizás limitando tu pensamiento. Como herramienta, la terapia profesional será de gran ayuda; al igual que el coaching certificado enfocado en el abordaje de estas transformaciones.
5. Practica la empatía
La tendencia de una persona rígida es la de rechazar lo que no coincide con su línea de pensamiento. Si quieres correr las barreras mentales, puedes esforzarte por comprender las experiencias y puntos de vista de los demás, lo que va a ampliar tu perspectiva de las personas y del mundo, y, finalmente, empezar a flexibilizar tu mentalidad.
La rigidez mental, aunque menos visible que el síndrome de la persona rígida, puede ser igualmente limitante en nuestras vidas. Si eliges adoptar una mentalidad abierta y flexible, podrás superar mejor los cambios vertiginosos de esta era, y superar los obstáculos que impiden crecer y alcanzar tu máximo potencial.
