Grecia blinda a sus Fuerzas Armadas. Lockheed Martin celebró esta semana la adquisición por parte del Ejecutivo del conservador Kyriakos Mitsotakis de un lote de 20 cazas furtivos F-35. «Hoy, el Gobierno griego ha finalizado su intención de adquirir 20 aviones Lockheed Martin F-35 Lightning II mediante la firma de una Carta de Oferta y Aceptación (LOA) a través de una Venta Militar Extranjera del Gobierno estadounidense. La LOA también incluye una opción para 20 aviones adicionales», anunció la contratista norteamericana a través de un comunicado emitido el jueves.
«Durante varias décadas, la Fuerza Aérea Helénica ha sido nuestro socio, y es un honor para nosotros continuar esa relación ahora que Grecia se convierte en la 19ª nación en unirse al programa F-35», celebró, por su parte, la vicepresidenta y directora general del programa F-35 de Lockheed Martin, Bridget Lauderdale. «El F-35 es el único caza adecuado para reforzar la soberanía y la capacidad operativa de Grecia con sus aliados».
Ese mismo día, el ministro de Defensa griego, Nikos Dendias, confirmó que su Gobierno ya había remitido a Estados Unidos la Carta de Aceptación requerida para adquirir los cazas. Desde la base aérea de Elefsina, el extitular de la cartera de Exteriores presumió de los esfuerzos del Gabinete de Mitsotakis para construir «una poderosa fuerza militar mediante la compra del avión de combate más avanzado del mundo».
Se trata de la campaña de modernización militar más importante en «muchas décadas», subrayó en rueda de prensa el portavoz del Gobierno, Pavlos Marinakis. Los costes de la operación ascienden hasta los 3.470 millones de euros, según las autoridades. Y Atenas se reserva la opción de encargar otros 20 cazas, una operación que planea ejecutar después de 2030.
La entrega de los primeros F-35 no comenzará hasta 2028 y se espera que haya finalizado en 2033, según el calendario que dieron a conocer las partes. Lo que no está incluido en el contrato es la construcción y modernización de la infraestructura para almacenarlos, informa la prensa griega. El Ejecutivo de Mitsotakis ya adquirió cazas Rafale de fabricación francesa en 2021, y sigue ahora dando pasos para reforzar a sus Fuerzas Armadas.
El primer ministro conservador está decidido a mantener el programa de inversiones en el sector de la Defensa en mitad de las negociaciones con Turquía, un aliado de la OTAN pero vecino hostil con el que mantiene una fuerte disputa por los límites marítimos en el Egeo. Por eso, Ankara no ha encajado bien el movimiento. La Turquía de Recep Tayyip Erdogan acabó siendo excluida del programa F-35 hace cinco años por su decisión de comprar el sistema de misiles tierra-aire S-400 de fabricación rusa, una medida que Estados Unidos consideró que comprometía la seguridad de la Alianza Atlántica.
Sin embargo, después de un largo proceso que no estuvo exento de fricciones entre Turquía y sus socios de la OTAN, el Gobierno de Erdogan firmó el mes pasado la carta requerida para la adquisición de aviones de combate a Estados Unidos. En concreto, Ankara presentó la solicitud para adquirir 40 nuevos F-16 –que no F-25– y 79 kits de modernización para mejorar sus F-16 restantes en octubre de 2021.
Además de la compra de 20 cazas de última generación, lo que provocó la indignación del Gobierno turco fueron las declaraciones del ministro de Sanidad griego, Adonis Georgiadis, que presumió en del creciente arsenal de Grecia con la adquisición de cazas y fragatas F-35 y F-16 y de su alianza con Estados Unidos y Francia. «Con los F-35, podemos ir a Turquía una noche. Una noche, de repente, los encontrarán en Ankara», declaró Georgiadis, reformulando una cita de Erdogan. «No digo que lo vayamos a hacer, pero Turquía debe saber que no tiene nada que envidiar a la aviación [griega]».
El F-35 es un avión de combate que incorpora los últimos avances tecnológicos, pasando desapercibido a los radares y con un diseño que hace hincapié en ser lo más invisible posible utilizando una combinación de materiales avanzados y técnicas de sigilo. Capaz de volar a una velocidad de 1.960,1 kilómetros por hora, lleva el motor de caza más potente del mundo.
Así, este avión capaz y elegante puede alcanzar velocidades inimaginables mientras transporta armamento pesado. Además, el caza monomotor de quinta generación puede llevar una amplia gama de armas, soportando cañones rotativos de 25 mm y cinco cañones. Su carga de armamento estándar incluye dos misiles aire-aire AIM-120C/D y dos bombas guiadas GBU-32 JDAM de 453,6 kg. Lo que permite al F-35 atacar tanto objetivos aéreos como terrestres.