El núcleo duro de Pedro Sánchez viene cargando con dureza contra el juez Juan Carlos Peinado, al que acusan indirectamente de prevaricar y de dirigir una causa política contra Begoña Gómez “por ser quien es”. Por lo pronto, el equipo más estrecho del presidente está presionando para que la Audiencia Provincial de Madrid atienda al recurso de la Fiscalía y archive el caso.
La mayoría de cargos del PSOE admiten en privado que se muestran “comprensivos” con la causa judicial contra la mujer de Sánchez tráfico de influencias y corrupción en los negocios. Sin embargo, cargos y dirigentes del partido por toda España han comenzado a rebelarse contra la orden de Moncloa y de Ferraz de atacar al juez que investiga a Begoña Gómez. “Se trata de un tema personal”, responden en una destacada federación socialista.
Desde que estalló el caso, Ferraz y Moncloa han pretendido un cierre de filas, bajo la premisa de que “no hay nada de nada”. Cada vez que la esposa de Sánchez ha tenido que acudir a los juzgados, ha habido un arrebato de los ministros, poniendo el foco en la actuación del juez e instándole a cerrar la causa. “El PSOE envía argumentarios para que la gente presione al juez”, critica otro dirigente regional.
Aunque en un principio no fue la estrategia a seguir, ahora sí que impera que cargos y dirigentes defiendan a Begoña Gómez, atacando al juez, algo que a muchos no les hace sentirse “cómodos”. En el partido, aunque no sea la posición mayoritaria, sí hay quienes echan de menos que no se hayan dado explicaciones para aclarar el asunto o dejar sentado por qué se cree que “no hay nada”, en lugar de meterse y atacar a los jueces, que –lamentan- “lo único que transmite es un estado de nervios” en el entorno del líder del PSOE.