La falta de puntería, una segunda parte desastrosa y ocho tiros a madera dejan a las Guerreras al borde del precipicio. España perdió frente a Angola su segundo partido de estos Juegos Olímpicos (21-26) y queda a punto de la eliminación.
Fue un encuentro en el que las cosas empezaron bien. Las españolas castigaron a Angola desde los extremos, con Carmen Campos y Jennifer Gutiérrez como máximas artilleras con cinco y cuatro goles respectivamente. Y sí se vio, al menos por momentos, el alma al que este equipo nos tiene acostumbrados.
De hecho, la falta de puntería y cierta mala suerte con el poste -tres tiros en la primera mitad se estrellaron en la madera- impidieron que las Guerreras se marchasen al descanso con una renta más tranquilizadora. Un 14-15 que se antojaba más bien corto. Aunque, esta vez, las jugadoras españolas estuvieron prácticamente todo el tiempo por delante.
Pero eso fue antes de volver de vestuarios. Después, el partido se convirtió en un cúmulo de desgracias. Baste decir que, en media hora, las nuestras anotaron sólo seis goles. Hubo una expulsión en cada equipo y otros cinco palos de las nuestras. Se mantuvo viva en el partido durante un tiempo gracias a Merche Castellanos, que con cuatro paradas consecutivas impidió que la distancia se marchase antes de tiempo.
Pero si no se anota, poco más se puede hacer. Las imprecisiones en ataque llevaron a un parcial de 6-0 en la fase final del segundo acto, con lo que Angola se llevó merecidamente la victoria. A estas alturas, España se queda en el último lugar como único equipo del grupo que no ha sumado. Dos duras derrotas frente a las rivales, en teoría, más asequibles del cuadro.
Tocará apelar a la épica. Quedan tres partidos para consumar una reacción que lleve a las Guerreras a cuartos de final, pero las cosas no pintan nada bien.
