El juego, bastante complicado de conseguir hoy en día, incluía diversos detalles con el personaje, acostumbrado a romper la cuarta pared.
Todo apunta a que
Deadpool y Lobezno va a arrasar en taquilla, y eso pese a que
Ryan Reynolds ha desmentido cierta teoría sobre un personaje (ojo spoilers inevitables). Nosotros seguimos preguntándonos
por qué no hemos vuelto a tener un juego con el mercenario bocazas, y es un buen momento para recordar un
detalle sobre lo que pasa si no tocas el mando en
Deadpool. A fin de cuentas,
Spider-Man no es el único con animaciones idle divertidas.
Por supuesto, no queda más que mostrarlo porque es complicado que podáis verlo de primera mano, ya que el
juego fue eliminado de plataformas digitales y es bastante complicado hacerse con una copia si no lo hicisteis en su momento.
¿Qué pasa si no tocas el mando en Deadpool?
El plato fuerte de las
animaciones por no hacer nada en este juego está en el
menú principal, antes siquiera de ponernos a repartir insultos, comentarios sarcásticos y espadazos. Es aquí donde Wade se dedicará a
romper la cuarta pared de varias formas... y con alguna
broma a otros mutantes.
El antihéroe más insoportable (aunque divertido) del mundo de los mutantes, si ve que te estás tocando las narices, se
acercará a la pantalla para ver qué haces. Has puesto su juego, dejarle plantado en el sofá, despatarrado, es un poco absurdo después de todo. Pero la cosa no quedará ahí, claro.
Cuando se aburra, hará lo que hace cualquier ¿persona normal? (con un mutante que es de todo menos normal, estiramos mucho el término) y se irá
cambiando de ropa, haciendo referencia directa a los
X-Men con un cartel con el logo de la patrulla de mutantes, y también se irá poniendo los
distintos trajes que ha tenido a lo largo de los años, incluyendo el gris de X-Force al que ya referenciaban los acordes finales de la segunda película de Reynolds.
Sinceramente, lo raro es que no salga de la pantalla y te parta la cara por hacerle perder el tiempo.
Deadpool no es necesariamente uno de los malos, pero irritarle suele terminar con un tiro en la cara.