El 28 de julio de 1992 el luchador pinareño de estilo greco Héctor Milián Pérez se convirtió en el primer gladiador cubano en conquistar una medalla de oro en la historia de la máxima confrontación multideportiva del planeta, al doblegar al estadounidense Denis Kolowski en la división de cien kilogramos.
Esta presea dorada del vueltabajero pesó mucho en su elección como el mejor luchador del mundo en 1992. A partir de ese éxito los gladiadores criollos han obtenido al menos un cetro en todas las versiones realizadas hasta Tokio 2020.