No encuentran explicación, pero les sucedió: a todos los gimnastas españoles se les empezaron a subir los músculos en el último aparato de la ronda clasificatoria, las barras paralelas, y se despidieron de sus opciones de entrar por primera vez en la final olímpica por equipos, un resultado que llevan décadas persiguiendo y que no acaba de salir.
Seguir leyendo...