Las madres de Kylie y Cristofer agradecen todos los días la intercesión de la Virgen de los Ángeles para que sus hijos están a su lado, pues aseguran que son un milagro.
Kylie nació el 20 de marzo del 2017, lo que llenó de alegría a sus padres y a sus hermanos Nicole, Angie y Santiago. Los primeros meses de vida todo fue normal hasta que pasado el año, a la pequeña le detectaron un abultamiento en la espalda. Fue entonces cuando comenzó el calvario.
Primero la llevaron al hospital Max Peralta donde estuvo internada durante cuatro días para estudios; luego la pasaron al Hospital Nacional de Niños donde permaneció por un mes. Ruth Solano, su mamá, nunca se separó de la niña.
“El diagnóstico fue un neuroblastoma (un tumor maligno). Tan pequeña debió pasar por cirugías, muchos estudios, quimioterapia, radioterapia y consultas médicas. Mi chiquita duró la primera vez ocho meses con quimio, después la operaron y durante seis meses más recibió nuevamente quimio en la casa”, contó la madre.
Virgencita motiva a la romería incluso a quienes no pueden caminar
Ella siempre había sido devota de la Virgen y no dudó en encomendársela.
“Hablé con la virgencita para que entendiera mi dolor de madre e interceda ante su hijo. Cuando estábamos en la casa me iba con mi difunto esposo (Henry Campos Umaña) a la basílica y todas las noches rezaba el rosario. Le ofrecí a la Negrita hacer la romería descalza y cumplí, la hice desde la catedral de San José y al llegar a Metrocentro seguí descalza hasta la basílica”, narró la madre, vecina de Guadalupe de Cartago.
Según cuenta, le pidió lo mejor para su hija, que no la dejara sufrir, pero que si la iba a dejar con ella, la sanara. Hasta la fecha, dijo, Dios y la Virgen le cumplieron y la han acompañado.
“Mi hija es un milagro porque lo que para usted y para mí es tan normal como ir a orinar, para ella es un milagro. Ya tenemos tres años en remisión y contando, hasta el día de hoy gracias a Dios y a la Virgen no ha tenido un solo efecto secundario de la quimioterapia. Ella nunca deja de comer y sonreír, son muchas cosas que uno como mamá observa, por eso no me canso de decir que ella es un milagro, es una muestra del poder de Dios porque Él nunca abandona”, manifestó doña Ruth, en un intento de llevar esperanza a quienes están pasando por dificultades como esa.
Lourdes Zúñiga Gómez también lo ha vivido en carne propia. La vecina de San Rafael de Oreamuno tiene más de 20 años de hacer la romería, pero desde hace unos 14 sumó una razón muy especial: agradecer por la salud de su hijo Cristofer, hoy de 15 años.
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El empezó a padecer asma desde que tenía un año de nacido y duró así siete más. Incluso estuvo hospitalizado por una crisis severa de asma.
“Era muy duro para mí como mamá ver a mi hijo así. Al año siguiente participamos en la romería y le ofrecimos esa caminata a la Virgencita para que lo sanara de su padecimiento. Fue casi de inmediato que la petición que le hice a La Negrita se cumplió, porque desde entonces no le volvieron a dar crisis y no necesitó más medicamento, pasó un año en control médico y finalmente le dieron de alta”, detalló la madre.
Lourdes y su familia prometieron a la Virgen que siempre que estuvieran con salud, realizarían en familia la romería como agradecimiento.