El gasto total acumulado del Gobierno de la República al mes de mayo creció en ¢290.334 millones en comparación con el mismo periodo del año anterior, alcanzando así los ¢3,7 billones (millones de millones). Esta partida equivale al 7,6% del producto interno bruto (PIB) del país, cifra que aumentó en 0,3 puntos entre ambos periodos, según el más reciente reporte de cifras fiscales.
De acuerdo con los datos del Ministerio de Hacienda, el crecimiento se debe principalmente (87%) a un mayor gasto en transferencias corrientes, al mayor pago de intereses de la deuda del Gobierno Central, y al aumento en salarios de empleados del sector público. Otros rubros, como el gasto de capital, bienes y servicios, así como la concesión neta de préstamos, también aumentaron nominalmente, pero en menor medida.
Considerando solo el gasto primario (que no incluye el pago de intereses), este equivale 5,6% del PIB en los primeros cinco meses de este año, un crecimiento de 0,2 puntos respecto al mismo periodo del 2023. En cifras absolutas el aumento fue de ¢204.842 millones entre dichos periodos. Además, tanto el gasto total acumulado a mayo, como el primario, son los más altos desde 2021.
Elian Villegas, exministro de Hacienda, catalogó el incremento en el gasto del Gobierno como “acelerado” y un “retroceso importante” en la mejora fiscal. Añadió que el resultado envía un “mensaje negativo” en la búsqueda de consolidar el superávit primario, el cual también retrocedió entre estos dos periodos.
“Terminar el proceso de consolidación fiscal significa consolidar los superávits primarios, ojalá cada vez más grandes. A partir de que ocupemos menos dinero para pagar deuda, podremos incrementar la inversión social”, señaló Villegas.
En el gasto primario, que incluye todos los gastos corrientes y de capital, pero excluye el pago de intereses, el rubro que más creció fue el de transferencias, con un incremento de ¢87.340 millones en comparación con mayo del 2023. Principalmente, fueron las transferencias a la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) las que contribuyeron con el mayor porcentaje de dicha variación.
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Nogui Acosta, ministro de Hacienda, explicó que las transferencias a la CCSS representan el 93,5% del aumento de este rubro, y que el porcentaje restante corresponde a desembolsos al Ministerio de Educación Pública (MEP), Instituto Nacional de las Mujeres (Inamu) y del Fondo Especial para la Educación Superior (FEES). Acosta añadió que próximamente Hacienda trasladará ¢28.189 millones más a la CCSS producto de un acuerdo por ¢51.738 que suscribieron por la deuda pendiente del Gobierno con esa institución.
La partida de remuneraciones creció en ¢82.490 millones. Este aumento se explica únicamente por el incremento en salarios, ya que las cargas sociales cayeron 11,1%. El aumento en los sueldos se debió al pago por parte del Gobierno de un retroactivo correspondiente al aumento general a la base de los empleados públicos, por un monto de ¢7.500, que había sido congelado desde 2020.
El economista Ronulfo Jiménez explicó que las reducciones observadas desde el 2020 en la parte de salarios “no eran sostenibles”, por lo que la baja en el gasto en este rubro observada en los últimos tres años no era genuina ni permanente, sino transitoria.
El Gobierno ejecutó pagos de salarios retroactivos en marzo y abril. El incremento salarial por inflación se congeló en 2020 debido a la emergencia provocada por la pandemia de la covid-19. Desde entonces, no se aplicaban ajustes salariales a los empleados públicos.
En cuanto a las transferencias de capital, que se refiere a las que el Ejecutivo hace a las instituciones para que puedan construir obras o reparar daños, se presentó un incremento de ¢53.670 millones respecto a mayo del 2023. El 79,3% de este aumento se debió a recursos destinados a entidades del sector público, como los girados al Banco Hipotecario de la Vivienda (Banhvi) y a las Juntas de Educación.
Villegas destacó que, aunque el esfuerzo de contención del gasto debe hacerse con precisión, el gasto de capital debe potenciarse aún más, por el retorno que puede traer tanto a las finanzas públicas como al bienestar social.
El pago de intereses ascendió a ¢978.738 millones, equivalente al 2% del PIB. Este rubro creció en ¢85.492 millones en comparación con mayo del 2023. Según Hacienda, el pago de deuda interna fue el que más contribuyó a este cambio, por encima de la deuda externa. Según Acosta, el Ejecutivo presupuestó el equivalente al 5% del PIB para pagar la deuda. A mayo, la cancelación de intereses había representado el 39,5% de ese valor.
Jiménez señaló que, previo a las colocaciones por $3.000 millones en eurobonos que se hicieron en 2023, existía una expectativa de reducir el gasto en intereses del Gobierno Central; sin embargo, eso no se ha materializado aún. En parte, lo atribuyó a que la tasa de política monetaria (TPM) del Banco Central no se redujo al ritmo que podría haberlo hecho según los niveles inflacionarios, lo que provocó que el Gobierno pagara intereses más altos de los que pudo haber asumido en la colocación de deuda interna en colones.
Nogui Acosta sin claridad sobre ahorros por colocación de eurobonos
“El Gobierno este año ha colocado a tasas más bajas que las del 2023, pero más altas de lo que pudo haberlo hecho porque el BCCR pone un piso en la TPM. Hacienda no puede reducir los pagos de interés generalizado para sus propios títulos”, señaló Jiménez.
Acosta indicó que el Ejecutivo proyecta que el pago de intereses represente el 4,9% del PIB a fin de año. Indicó que ese pago incluye la deuda que ya se había adquirido a “tasas altas” y los compromisos de las nuevas colocaciones que ejecutará el Ministerio de Hacienda para cubrir los gastos del Gobierno durante lo que resta del año.
Para el segundo semestre del año, el Gobierno debe cancelar ¢1.193.535 millones en intereses de la deuda. Entre los seis meses restantes, el mayor monto a liquidar se concentra en agosto, cuando se deberán pagar ¢315.598 millones de intereses.