Por: Aron Espinoza, Regidor de Lima.
Conforme más nos acercamos a cumplir el segundo año de gestión, más notorio es que Lima no se convertirá en la potencia mundial que prometió el alcalde Rafael López Aliaga durante su campaña electoral.
En lo que va de la gestión podemos identificar cinco fracasos claros. El primero tiene que ver con la seguridad ciudadana y las motos prometidas por el alcalde. Pese a que ha vuelto a incluir la cifra de 10 mil motos en su discurso, la realidad es que estamos muy lejos de llegar a esa cantidad.. Más allá de eso, no se observa un plan integral de seguridad ciudadana. El discurso de las motos ya es repetitivo y no viene mostrando grandes resultados de momento.
Segundo, el sobreendeudamiento continúa siendo un grave problema de que no vemos los efectos ahora, pero que constituye un gran riesgo para las administraciones futuras. Y estamos hablando de un sobreendeudamiento que no ha sido articulado sobre un plan concreto. Esto último nos lleva al tercer fracaso, que son las obras sin planificación.
En su lista de obras prioritarias a financiarse con la primera emisión de bonos, López Aliaga presentó ante el Concejo Metropolitano proyectos repetidos y sin expedientes técnicos. Para la segunda emisión de bonos, su discurso varió a la priorización de tres grandes obras, las cuales necesitaban mayor presupuesto y debían “sacrificar” algunas obras de la primera emisión de bonos. Un “sancochado” presupuestal.
El cuarto fracaso de la gestión edil está relacionado con la informalidad que continúa reinando con impunidad en el Centro de Lima. La Municipalidad muestra videos de la Plaza de Armas en sus redes sociales queriendo dar la impresión de que todo está en orden, pero a unas cuadras de distancia, pasando la avenida Abancay, todo sigue igual. Su plan de reordenamiento de los comerciantes fracasó y en la zona del Mercado Central impera el desorden.
El desorden de la ciudad también lo pudimos ver en la mala gestión de López Aliaga respecto al recojo de basura. Con un discurso hostil -una marca registrada en la gestión- espero hasta el último momento para tratar de buscar una solución con la empresa encargada del servicio a la ciudad, sin importar el peligro para la salud y el daño ambiental.
Estos cinco puntos en el fondo demuestran una falta de planificación de López Aliaga. Estamos ante un alcalde que, sin planes concretos, toma decisiones sobre la marcha y con ideas que se le van ocurriendo. Todo esto intenta opacarlo con victimizaciones e insultos. Que no sorprenda que su supuesta postulación presidencial no sea más que otro de sus artilugios para quitar el foco sobre los fracasos de su gestión.