A apenas 7,5 kilómetros de suelo español. A esa distancia estará hoy el expresidente catalán fugado Carles Puigdemont, quien participa, a partir de las 12:30 horas, en un acto de Junts per Catalunya en el sur de Francia para conmemorar su cuarto aniversario. Una celebración que el partido utilizará no solo para arroparle, sino que busca exhibir fuerza en la recta final de las negociaciones entre PSC y ERC para investir al socialista Salvador Illa presidente de la Generalitat.
Sin embargo, Puigdemont no tiene intención de que el pacto sea tranquilo y busca el modo de dinamitarlo. Es por ello que cada vez suenan con más fuerza los rumores de un inminente regreso del prófugo con el único objetivo de boicotear esa investidura.
En concreto, Junts celebrará el cuarto aniversario de fundación en el "Teatre de la Verdor" de localidad francesa de Banys i Paladà, en la que además de Puigdemont también participará la dirección de la formación posconvergente, la cual acaba de asestar un duro golpe al Gobierno de Pedro Sánchez en el Congreso, haciéndole ver que puede acabar liquidando la legislatura.
En este encuentro, el partido quiere, principalmente, vender una imagen de unidad, con un claro cierre de filas en torno al expresident. De hecho, en sus redes sociales publicaron información de este acto con la frase: "Todos con el presidente Puigdemont", informa Servimedia. En el encuentro intervendrán diferentes miembros del partido y también habrá una cena.
Una unidad que llega en plenas negociaciones para la investidura de Illa, pero también en un momento en el que Esquerra vive una fuerte crisis interna, no solo por los resultados de las elecciones catalanes, donde perder 13 escaños le hizo impulsar un proceso de renovación en sus filas, sino también por los carteles sobre la enfermedad que sufre Pasqual Maragall y que salieron de dentro del partido, lo que llevó a Ernst Maragall a romper su carné.
De hecho, se espera que Puigdemont dé pistas de cuáles serán los siguientes pasos que dará, tanto en lo que afecta a su vuelta España (arriesgándose a la detención, pues sigue activa la orden de detención), como en su estrategia política con el Ejecutivo central.
Habría que ver qué decisión toma Puigdemont, ya que se comprometió a volver para el pleno de investidura, pero si lo hace podría ser detenido, ya que no se le ha aplicado aún la amnistía.
Todo ocurrirá hoy, en plena recta final de la negociación entre ERC y PSC. Los republicanos dieron de plazo a los socialistas hasta el 31 de julio. Si ese día no hay un preacuerdo entre ambos partidos, Marta Rovira ya avisó de que su formación se levantará de la mesa y se iría a una repetición electoral.
Si llegan a un preacuerdo, la militancia de ERC tendrá que avalarlo en una consulta a primeros de agosto. Si finalmente todo sale adelante, ambas formaciones plantean que la investidura de Illa se pueda celebrar antes del 15 de agosto.
