“Estamos dispuestos a aprobarla (la reforma de pensiones), si el Gobierno renuncia al reparto en el sistema”, fue una de las primeras definiciones que realizó el recién asumido presidente interino de la UDI, el diputado Guillermo Ramírez, luego de la renuncia del senador Javier Macaya.
Un rayado de cancha al Gobierno que avizora una compleja relación y choque de visiones, pues el Ejecutivo confía en acercar posiciones en materia previsional. En Radio ADN, el ministro de Hacienda, Mario Marcel, señaló que “la mesa está servida para que podamos concentrar los esfuerzos en resolver ese nudo pendiente (distribución del 6% de cotización adicional)”.
Si bien el diputado Ramírez ha sido una pieza clave en las negociaciones legislativas, también ha sido uno de los opositores más duros a las reformas del Gobierno, no solo en materia previsional, sino también en la tributaria.
Lo que marca un factor más al escenario cuesta arriba para las pretensiones del Ejecutivo, dado que desde la fecha hasta diciembre -cuando se llevarán a cabo nuevas elecciones en la UDI- se discutirán proyectos importantes en materias como seguridad, pacto fiscal, educación (CAE) y salud (reforma).
Frente a esto, el jefe de bancada del Partido Socialista, el diputado Daniel Melo, indicó: “Lamento que el diputado Guillermo Ramírez insista en la misma política de obstruir la reforma previsional, defendiendo a ultranza el negocio de las AFP y no permitiendo arribar a un acuerdo en beneficio de los jubilados de nuestro país. Demuestra que no importa quién esté a la cabeza de la UDI, todos piensan y quieren lo mismo: mantener el negocio de las AFP“.
Por su parte, el diputado y jefe de la bancada independiente-PPD, Jaime Araya, dijo que “sería un acto de ingenuidad pensar que las cosas van a cambiar” porque “ellos son unos firmes defensores de las AFP, han inventado todo tipo de excusas para que no se pueda tocar el modelo”.
“Nadie ha planteado un sistema de reparto y, por lo tanto, esa mentira sobre la cual han construido su oposición a modificar el régimen de abuso (…) no va a cambiar porque haya cambiado el presidente de la UDI”, sostuvo.
En cuanto a las proyecciones de la relación de la UDI con el Gobierno, en conversación con Radio y Diario Universidad de Chile, el doctor en Ciencias Sociales, Magíster en Ciencia Política y académico de la Universidad Mayor, Alejandro Olivares, recordó que Ramírez asumió como secretario general de la UDI en medio del caso Penta, desde allí ayudó a sortear el conflicto. Mencionó esto último, porque significa que es un “muy buen articulador dentro del gremialismo. Es una persona que logra construir apoyos y consensos”.
En esa línea, el analista sostuvo que interpelar al Gobierno es parte de una estrategia de Ramírez para construir consensos a nivel interno. “Para cohesionar a la Unión Demócrata Independiente y ayudarle a salir de algún problema que te pueda generar producto de tener que cambiar al presidente, enfrentar al Gobierno y ser duro con el Gobierno es una estrategia que le da mucho rédito, crédito interno. Por lo tanto, uno podría esperar que en la primera etapa mientras asume el liderazgo interno, se ordena y se cohesiona internamente la UDI debiese ser bastante duro con el Gobierno”, apuntó.
El académico, además, indicó que esta estrategia interna ayuda al presidente gremialista interino a un posicionamiento externo. “Al ser duro con el Gobierno le coloca un dique, un cortafuego a los Republicanos, pues asume la UDI como un partido que es capaz de enfrentar al Gobierno”, planteó.
Consultado por los impactos en las negociaciones legislativas, Olivares destacó que puede aumentar el costo en la transacción: “Un tono duro no necesariamente implica que en el Congreso haya un obstruccionismo, en ese sentido, no sé si va a ser tanto más difícil para el Gobierno o no, pero sí lo va a ser en la lógica de la opinión pública, porque además de todas las reformas que este año se pretenden desarrollar este es un año electoral. Por lo tanto, hay que cohesionar muy bien las fórmulas electorales”.
Así, el cientista político señaló que “si hay que ceder algo, lo que sea, con tal de tener algún tipo de rédito electoral, los partidos como la UDI o en general los partidos políticos, lo van a hacer, lo tienen que hacer, eso no quita que tengan un discurso muy duro”.