Como una vía para generar diferentes espacios de expresión y creación donde poder conversar y compartir la vida entre las y los vecinos del barrio. Esas son las palabras que definen el quehacer del Centro de Interpretación Fisura, organización cultural y artística que nació en el seno de la Población La Legua ante la necesidad de dar voz a quienes viven en territorios habitados de urgencias.
Es en ese contexto que surge “Se cacha a la Legua”, el encuentro de cine documental que desde el 2023 extiende la invitación a creadores de todo Chile para reflexionar en torno a las diversas realidades que nos rodean. Esto, el próximo 27 y 28 de julio en el Teatro de Emergencia, ubicado en Calle Comandante Riesle 387, San Joaquín.
“No es un festival”, precisó Juan Jeanneret, uno de los miembros de Fisura. “No es un espacio de competencia o de reconocimiento individual, sino un espacio de apoyo mutuo, de búsqueda compartida a través del lenguaje del cine. Esa es la idea”.
“El teatro, la música, la danza, el circo, el cine, la escritura, la fotografía, han sido parte de las formas que nos han ayudado a sostener este intento por celebrar la palabra y el silencio de quienes vivimos en estos territorios donde, en realidad, nos queda poco tiempo para detenernos, contarnos, acompañarnos”, sumó.
De hecho, Jeanneret es claro a la hora de definir que esa cualidad unitaria es, finalmente, el principal motor de esta actividad comunitaria. “Estas instancias nos parecen relevantes siempre y cuando sean capaces de generar encuentro. En la medida en que sean capaces de reunirnos, de convocarnos, que nos inviten a mirarnos, a reconocernos en nuestras diferencias como habitantes de una realidad común“, explicó el también actor y director teatral.
“Para nosotros, las formas de expresión no tienen sentido en sí mismas, sino que lo toman cuando logran ser una excusa significativa para reunirnos, para generar conversación, encuentro. Incluso cuando son impulsos para crear otra creación. Pero en sí mismos, como piezas de arte, no son nuestro tema”, complementó.
“El deterioro de las confianzas, de la vida compartida, el ‘sálvate solo’, nos está llevando a un precipicio, a un camino de soledades bien profundas. Y entonces, encontrarnos a través de estas excusas, de estos dispositivos, es también la posibilidad de reconocernos, de poner nuestras diferencias en juego, de entendernos en esas diferencias. En definitiva, es volver a construir lo común. Eso es lo que nos parece relevante: volver a construir lo común”, agregó Jeanneret.
Desde el Centro de Interpretación Fisura también adelantaron algunas de las temáticas que abordarán los 13 metrajes que serán parte de esta edición. “Para este segundo encuentro hemos reunido un conjunto de materiales audiovisuales de diferentes realizadores y realizadoras en diferentes formas, lenguajes, sonidos. Hay películas completas, otras en proceso, trailers, hay algunas grabadas con cámaras, otras con celulares. Unas trabajadas en sonido y en color, grabaciones en vivo; otras que se ven más o menos, otras que se escuchan más o menos. De todo un poco”, detallaron.
Esto último, una diversidad que es parte de lo que buscan con esta reunión. “Entendemos que esa es la idea, relevar la importancia de la diferencia. Son películas que vienen de distintos lados, que tocan distintos temas articulados en torno a la triada de ‘economía, trabajo y forma de vida’. La vida de un latonero, por ejemplo, que arregla ollas por la ciudad de Santiago. Los sueños de quienes viven en la calle en la ciudad de Buenos Aires, la pregunta por qué sueñan los que viven en la calle, qué sueñan cuando están despiertos, que sueñan cuando duermen”, indicó Jeanneret.
“La vida en emergencia, por ejemplo, de los sin casas, de los que se ven empujados a las tomas de terreno. También el trabajo del equipo de comunicaciones de los niños y niñas de la escuela 480 de La Legua, que trabajaron para este encuentro, y a quienes agradecemos profundamente por mantener esta relación en pie y con sentido”, comentó sobre los materiales que se proyectarán durante el fin de semana, y donde igualmente hay historias relacionadas a la Unidad Popular, el arte mapuche y la danza.
En ese sentido, y a pesar de la variedad que presentan las historias, el miembro del Teatro de Emergencia profundizó en que lo que unifica estas propuestas es que “se han juntado para dar cuenta y compartir la experiencia de territorios en emergencia y sus formas de vida. Territorios en emergencia en su doble sentido, que no solo están condicionados por la necesidad y las urgencias, sino que también construyen nuevas formas de vida posibles, que pueden ser múltiples”.
“Por eso las formas de vida son el segundo tema, porque se nos ha intentado imponer por mucho tiempo que existe una sola forma de vida posible, incluso deseable. Que hay una manera de vivir a la que todos debiéramos aspirar. Lo que llamaríamos ‘una buena vida’. Sin embargo, sabemos que la vida tiene muchas formas posibles de ser vivida. Está llena de matices. Una vida en emergencia, por ejemplo, no es lo mismo que una vida de oficina. La de un feriante o de un artesano es tan diferente en forma y sentido a la vida de un asalariado. La vida en la calle tan distinta, tan incierta; la vida de los presos o de las presas; la de quienes trabajan en un mall o un call center; la de un profe. La de un jornal o temporero; la de un cesante; la vida campesina”, ejemplificó.
En el fondo, la reflexión a la que invitan desde “Se cacha a la Legua” es a pensar que cada vida tiene sus propias emergencias. “Cada una está tratando de vivirse, cada una con su propio valor y sentido. Pero todas están cruzadas por la forma del trabajo. Del trabajo que la sostiene y por la economía que este trabajo es capaz de generar. De ahí que este segundo encuentro de cine documental lleve por subtítulo ‘trabajo + economía = forma de vida en territorios en emergencia’. Eso es lo que nos reúne este año”.