Endurecida por los sucesivos rechazos del Gobierno a sus reclamos, la CGT resolvió no participar del “diálogo social” que propone Milei para profundizar el recorte de los derechos laborales y las medidas de ajuste contra los trabajadores. También decidió marchar el 7 de agosto a San Cayetano junto a los movimientos sociales y convocar a un plenario para discutir cómo seguirá el plan de lucha.