Washington. La ralentización de la inflación se confirmó en Estados Unidos en junio, con el índice PCE retrocediendo levemente a 2,5% interanual, lo que aumenta las expectativas en los mercados de que la Reserva Federal (FED) recorte próximamente las tasas de interés.
La inflación se moderó levemente en junio, en línea con las expectativas del mercado y tras el 2,6% de mayo, según el índice PCE, el más seguido por la FED (banco central estadounidense), publicado el viernes por el Departamento de Comercio.
El índice PCE se mueve en la misma dirección que el índice de precios al consumo (IPC), publicado a principios de julio y sobre el que se indexan las pensiones. Este índice mostró una ralentización hasta el 3% en un año, e incluso había bajado un 0,1% en un mes.
En un mes, los precios subieron un 0,1%, tras permanecer estables el mes anterior. La variación en un mes está en línea con las expectativas de los analistas, que esperaban una subida de los precios del 0,1% en el mes, según el consenso publicado por briefing.com.
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La inflación subyacente, que excluye los precios más volátiles de la energía y los alimentos, se mantuvo estable a lo largo del año en 2,6%, como en mayo, pero se incrementó ligeramente durante el mes, hasta el 0,2% desde el 0,1% del mes anterior, de nuevo en línea con las expectativas del mercado.
En un comunicado, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, celebró los nuevos resultados como un “progreso real en la lucha contra la inflación”.
“Creamos 2,6 millones de empleos y los salarios aumentaron más rápido que los precios”, destacó Biden, quien el domingo pasado desistió a su campaña por la reelección y respaldó a su vicepresidenta Kamala Harris para que lo sustituya en la contienda contra el republicano Donald Trump en las elecciones de noviembre.
“La agenda por la que luchamos la vicepresidenta Harris y yo nos ha ayudado a volver con fuerza de la peor crisis económica desde la Gran Depresión y dar resultados a las familias trabajadoras”, añadió.
Es posible que los mercados consideren esta ralentización de la inflación como una buena noticia, en momentos que buscan cualquier señal que les permita anticipar cuándo se producirá la primera rebaja de las tasas de interés por parte de la FED, que a principios de año se esperaba en el primer semestre, pero que fue constantemente retrasada debido a la persistente inflación.
Al mismo tiempo, los ingresos estadounidenses aumentaron menos de lo esperado, con un alza de 0,2% mientras los mercados preveían un 0,4%.
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Tras caer bruscamente en 2023, la inflación se estabilizó durante los seis primeros meses del año en un nivel superior al objetivo a largo plazo de la FED del 2%, lo que llevó a los responsables a actuar con paciencia y cautela.
Estos han afirmado en repetidas ocasiones que su decisión sobre la primera reducción de tasas se basaría en el conjunto de los datos macroeconómicos, con el fin de garantizar que la inflación evoluciona “de manera sostenible” hacia el 2%, como ha dicho regularmente el presidente de la FED, Jerome Powell.
Sin embargo, Powell aseguró que no se trata de esperar a que la inflación vuelva al 2% para modificar las tasas, juzgando que tal decisión sería muy tardía.
“El alza moderada de los precios debería dar más confianza a la FED por el hecho de que la inflación está en camino a volver a su objetivo”, dijo el analista Michel Pearce, economista jefe adjunto de Oxford Economics.
“Realmente haría falta un alza inesperada de la inflación para impedir que la FED baje las tasas en su reunión de septiembre”, agregó.
La próxima reunión del Comité de Política Monetaria de la FED será el 30 y 31 de julio, pero no se espera un anuncio sobre las tasas.
