El Banco Central pagará el miércoles 31 de julio u$s 167 millones del primer vencimiento de los Bonos para la Reconstrucción de una Argentina Libre, los Bopreal, el título de deuda lanzado por la entidad que preside Santiago Bausili surgido para atender la deuda con importadores generada en la administración de Alberto Fernández.
En las últimas semanas creció la correlación entre el nivel de reservas del BCRA y el riesgo país, indicador que ayer se acercó a los 1.600 puntos.
"A pesar de la suba del riesgo país de los últimos meses y la caída en las reservas netas (la estacionalidad juega en contra y el Central ya interviene en el CCL/MEP), el Gobierno hace todo lo posible para que no haya dudas respecto al pago del vencimiento de Bonares y Globales de enero del 2025; el Tesoro ya anunció la compra de u$s 1.528 millones para los intereses y Milei habló de un repo para pagar el capital (vencen USD 2.830 millones)", consignó en su último informe la consultora 1816.
En relación al repo, desde el equipo económico aseguraron a El Cronista que las negociaciones "están avanzadas". No se esperaba que Javier Milei hiciera un comentario.
Para la firma 1816, "cabe aclarar que el Central hoy en día tiene en su balance bonos soberanos en dólares por apenas u$s 1.696 millones de valor nominal, de los cuales casi todos son Bonares, por lo que difícilmente pueda instrumentarse ofreciendo bonos en garantía (a menos que el Tesoro antes haga un canje de Letras Intransferibles por Globales).
"Lo que sí tiene el Central es oro, y la confirmación por parte de Caputo que el BCRA ha trasladado el metal desde su bóveda para ser custodiado en el exterior habilita la posibilidad de que pueda ser usado como garantía para una eventual operación", recalcaron.
Por último, agrega que "luego de los vencimientos de enero del 2025, entre soberanos en dólares, FMI, deuda provincial y Bopreal, Argentina enfrenta pagos en moneda extranjera por u$s 12.200 millones entre febrero y diciembre del 2025".
Las temperaturas más benignas en esta tercera semana de julio al menos jugaron a favor de las reservas del BCRA. Disminuyeron los pagos, que son al contado, por importaciones de energía, en una época del año complicada en este sentido para las arcas del Banco Central.
Lo alentador es que en teoría el 2024 sería el último año con problemas de divisas dado que el volumen creciente de las exportaciones desde Vaca Muerta ampliará el superávit energético e incluso se aguarda que para el 2028 las exportaciones de energía sean superiores a las de soja, con la ventaja de que no dependen de lluvias o condiciones climáticas.
Pero para los tiempos argentinos, para el 2028 resta un siglo. Las miradas se concentran en los pagos del BCRA y si suma reservas. Se entra en zona de sequía de divisas. Desde el Gobierno no están preocupados. La pulseada está planteada.
