La cerveza es un producto muy consumido en España y en el mundo. Una de las bebidas más deseadas y tomadas en comidas, cenas o aperitivos, ya sea en casa, con amigos o un cualquier bar y restaurante. No suele pedirse con hielo, pues se mantienen frescas en frigoríficos y su consumo es en frío. No obstante, después de varios minutos u horas se puede calentar y su sabor se pierde, pero la ciencia demuestra que existe un truco infalible para enfriar estas bebidas en solo segundos, sin necesidad de electrodomésticos o congelador.
Beber cerveza fría no solo mejora la experiencia de sabor y textura, sino que también proporciona una sensación refrescante, sobre todo después de realizar actividades físicas o en días cálidos.
Si su temperatura es gélida, ayuda a enfriar el cuerpo. Además, la temperatura fría puede ayudar a enmascarar ciertos sabores intensos y preservar mejor las cualidades de la cerveza. Enfriar la cerveza adecuadamente puede hacer una gran diferencia en la experiencia de degustarla, asegurando que esté refrescante y en su mejor sabor.
Algunos de los métodos utilizados hasta ahora era meter las cervezas en cubos de agua con sal y hielo, muy sencillo ya que la sal baja el punto de congelación del agua, lo que permite que el hielo derrita más rápidamente y enfríe la cerveza más rápido. Esto haría que en unos diez o quince minutos pueda quedar fría.
Otro método sencillo es el de envolverla en un envoltorio de papel mojado, así como una toalla mojada, pues también lograríamos que nuestra cerveza esté fresca en varios minutos, pero más rápido que si permanece en el frigorífico. Sin duda, son trucos para que se puedan mantener en un estado gélido, aunque no instantáneamente.
Pero quizás el truco efectivo e infalible para conseguir enfriar la cerveza en solo unos segundos, o como mucho un minuto, es utilizar un espray de aire comprimido. Esto incluye utilizar aerosoles que generalmente se usen para limpiar o quitar el polvo a aparatos electrónicos.
El método se trata de colocar el espray de aire comprimido bocabajo para que no salga el contenido del espray, sino el gas propelente a presión (que suele estar por debajo de 0ºC). De esta forma, a medida que rociamos la botella de cerveza con el espray bocabajo, vamos moviendo la botella. Tampoco debemos dejar el espray en un punto fijo, para que se enfríe la cerveza uniformemente.