Como si se tratara del ingreso a un templo, llegar al Eco-Luxury Resort Dunas de Formentera sugiere dejar los zapatos de lado para disfrutar de la paz y el encanto de «estar» hospedado en medio de una reserva natural. El solo hecho de situar un hotel dentro de un área protegida como es la isla de Formentera, no es una tarea fácil, pero tampoco imposible, siendo el éxito de este establecimiento, la mayor apuesta sostenible del resort.
Dunas de Formentera está situado en las dunas de la Playa de Migjorn, es el primer Eco-Luxury hotel de la isla, y sus bases y estructuras se han construido de la forma más delicada que puede existir, sin a penas tocar todo que antes había en la zona. Este espacio abrió sus puertas el pasado 6 de junio, forma parte de la prestigiosa cartera de Marugal Hotel Management, y es un ejemplo perfecto de cómo la arquitectura y el diseño pueden armonizar con la naturaleza mediterránea.
Diseñado por el renombrado estudio de Antonio Obrador, los interiores del hotel reflejan una paleta de colores arenosos y blanquecinos que capturan la luz natural, utilizando materiales como el yute, la terracota y la madera para proporcionar una sensación de intimidad y evasión. Dunas de Formentera cuenta con 45 habitaciones y suites, distribuidas en edificios independientes conectados por pasarelas a través de las dunas, lo que garantiza privacidad, tranquilidad y un regalo para la vista de los huéspedes. Este diseño no solo respeta el entorno natural, sino que también ofrece una experiencia única y personalizada, con la posibilidad de reservar edificios completos para familias o grupos que buscan una mayor privacidad.
Cada aspecto del resort refleja este compromiso, desde el diseño sostenible hasta la gestión meticulosa. Este refugio invita a desconectar, relajarse y saborear los placeres simples de la vida, ofreciendo privacidad y lujo discreto. La estética atemporal de Obrador, combina tradición e innovación, utilizando materiales nobles y creativamente abordando desafíos contemporáneos. Además, cuenta con una paleta de colores suaves en beige, terracota y blanco roto, con texturas contrastantes de lino y yute natural que invitan a la relajación. La luz natural inunda los espacios a través de grandes ventanales, conectando constantemente con la vista del mar Mediterráneo.
Como toda buena reforma, el mérito está en los detalles y en los mensajes finales que la decoración le transmite al huésped. En el caso de Dunas de Formentera, las aménities no invitarán a ser más conscientes con el uso del agua a la hora de darnos una ducha, a fin de mostrar un mayor respeto por el entorno en el que dormimos. Aunque el respeto por el enclave es importante, mostrar consideraciones con nuestro propio cuerpo también es un aspecto que el hotel tiene en cuenta, por ello intencionalmente ha decidido no incluir televisiones en sus instalaciones, de tal manera, que el huésped pueda desconectar lo más posible.
Pero si de paisajes se trata, en Dunas de Formentera encontraremos una piscina infinita con vistas impresionantes al mar y la playa Es Arenals o La Fragata. A lado, el recién estrenado restaurante Caliu le rinde tributo a la gastronomía local con ingredientes autóctonos y frescos. Su apuesta culinaria sostenible se ve reflejada en los diversos platos, que varían según la pesca del día y las temporadas, incluyen pescados cocinados al fuego, pizzas napolitanas y «cocas» típicas de la zona, todo preparado en un horno de leña. En líneas concretas, Dunas de Formentera ofrece una experiencia única de calidad incuestionable.
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También en la playa de Migjorn y bajo la dirección de Marugal, a pocos metros de Dunas de Formentera encontraremos a Gecko Hotel & Beach Spa, un alojamiento de 5 estrellas que ofrece dos espacios distintivos: Gecko Beach House y Gecko Beach Club. La casa hotelera permite a los huéspedes disfrutar de un descanso en un entorno paradisíaco, evocando el glamour veraniego de la jet-set de los años 50 con solo 30 habitaciones renovadas. Gecko Beach Club, por otro lado, es un animado lugar de encuentro para visitantes, ofreciendo música, cócteles y hamacas junto a la piscina, todo en un ambiente activo y vibrante, ideal para disfrutar de la esencia de Formentera.