El cerebro, al igual que los demás músculos del cuerpo, debe ser ejercitado con frecuencia para que se mantenga sano, ya que un deterioro puede derivar en enfermedades cognitivas como el Alzheimer, Parkinson, entre otros.
En este contexto, existen diversos juegos que ayudan a fortalecer estas regiones cerebrales que son atacadas por las patologías y que pueden prevenir el desarrollo de trastornos.
El Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa que genera la pérdida progresiva de memoria y suele aparecer en personas de edad avanzada. Se estima que cerca de 55 millones de personas conviven con la patología y se ha convertido en un problema de salud pública.
En sus etapas iniciales puede ser difícil de detectar, ya que puede ser confundida con signos de envejecimiento. Sin embargo, algunos de los síntomas que pueden generar sospechas de la condición son:
Las regiones cerebrales que ataca la enfermedad pueden ser fortalecidas a través de diversos juegos. Estas actividades estimulan el músculo, mejoran la memoria, desarrollan habilidades de resolución de problemas, entre otros.
El ajedrez suele ser un deporte complejo que requiere mucha habilidad y rapidez. Es una fuente de estimulación cognitiva que desafía las zonas relacionadas con el pensamiento crítico y la memoria.
A medida que el cerebro resuelve los problemas, se estimula la neuroplasticidad, que es la capacidad del cerebro para adaptarse a nuevos desafíos y reorganizarse.
El dominó cumple más funciones que solo entretener, ya que puede ser un aliado fundamental para prevenir el desarrollo del Alzheimer. Esta disciplina exige recordar qué fichas se jugaron y manipular grandes cantidades de información en tiempo real.
Cada partida representa un desafío diferente, lo que puede reforzar las áreas dedicadas al pensamiento crítico, fortalecer la atención y las habilidades para enfocarse en tareas complejas.
Las sopas de letras, si bien no suelen ser tan complicadas, son un pasatiempo que puede prevenir el desarrollo de enfermedades neurodegenerativas.
Son de fácil acceso y promueven la estimulación de la función lingüística, lo que ayuda a mejorar el vocabulario y estimular diferentes zonas del cerebro. Además, incrementa la atención y la concentración de manera prolongada.