La democracia en Sudamérica enfrenta diversos desafíos y variaciones en la región. La mayoría de los países se encuentran en la categoría de democracias imperfectas o deficientes debido a problemas como la corrupción, la inestabilidad política y la falta de transparencia electoral.
Estos problemas socavan la confianza ciudadana en las instituciones y dificultan la implementación efectiva de políticas públicas. Además, la falta de participación ciudadana y el debilitamiento de las libertades civiles son factores críticos que contribuyen a la erosión democrática en Sudamérica.
Uruguay ha sido reconocido como el único país de Sudamérica con una democracia plena, según un reciente estudio de The Economist. Este logro refleja la estabilidad y calidad de las instituciones democráticas uruguayas.
En dicho estudio, Uruguay ocupa la 14ª posición entre 167 países, compartiendo puesto con Australia, y Costa Rica se encuentra en la posición 17, ambos considerados como "democracias plenas". Chile, en la posición 25, fue reclasificado en 2023 de "democracia plena" a "democracia deficiente", categoría en la que también están Panamá (48), Brasil (51), Argentina (54), Colombia (55), República Dominicana (61) y Paraguay (74).
El informe evalúa diversos indicadores democráticos, como el proceso electoral, el funcionamiento del gobierno, la participación política, la cultura política y las libertades civiles. Uruguay se destaca por su alto desempeño en estos aspectos y obtuvo una calificación que lo posiciona como una democracia plena.
Dicho país sobresale por su sistema electoral transparente con elecciones libres y justas, un gobierno efectivo que implementa políticas públicas con éxito, alta participación ciudadana y compromiso con la democracia, una cultura política que respeta las normas y resuelve conflictos pacíficamente, incluyendo la libertad de expresión, asociación y prensa.
En el Índice de Democracia de The Economist, Perú se clasifica como una "democracia deficiente", ocupando el puesto 68 en 2023. Nuestro país enfrenta desafíos en transparencia electoral, eficacia gubernamental y participación ciudadana. Las protestas recientes han reflejado la desconfianza pública en las instituciones. Al igual que otros países como Panamá, Brasil y Argentina, Perú necesita reforzar sus instituciones democráticas y garantizar mayores libertades civiles para mejorar su clasificación y asegurar una democracia más robusta y efectiva para sus ciudadanos.
Además, la situación económica y la corrupción son factores que contribuyen a esta clasificación. El fortalecimiento de la justicia y la transparencia en la administración pública son pasos esenciales para que Perú pueda superar estos obstáculos y avanzar hacia una democracia más plena. La participación activa de la sociedad civil y la implementación de reformas estructurales son cruciales para lograr un cambio sostenible y positivo en el panorama democrático del país.
El ranking mundial de democracias es liderado por Noruega, Nueva Zelanda e Islandia. En América Latina, Uruguay es el único país que comparte la categoría de democracia plena con Costa Rica.
En 2023, Chile pasó de ser una democracia plena a una deficiente, categoría en la que también se encuentran Panamá, Brasil, Argentina, Colombia, República Dominicana y Paraguay.