Suenan explosiones que perturban a los habitantes de Annobón, una pequeña isla de Guinea Ecuatorial . Detrás de los estallidos está la empresa de infraestructuras marroquí de Somagec, que se abre paso entre la montaña y tiene una cantera abierta en el terreno cercano a San Antonio de Palea, la capital de la provincia ecuatoguineana. Y algunos vecinos han decidido firmar una carta al presidente Teodoro Obiang para exigirle que detenga los trabajos en el terreno. En la misiva, escrita a mano el 9 de julio, la veintena de annoboneses aseguran que la dinamita «ha transformado zonas fértiles y productivas en socavones estériles e inhabilitados para la agricultura. Las consecuencias ambientales son nefastas y alarmantes. Nuestras viviendas están en riesgo...
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