En el país cada vez más niñas se casan con un adulto, y esto es aprobado por sus familias. En el Día Mundial contra la Trata de Personas, la organización CHS Alternativo presentó un estudio en relación con esta problemática, el cual revela que muchos casos de matrimonio infantil en el Perú se dan para cubrir casos de abuso sexual de menores.
Para ello se realizó una encuesta a 108 adolescentes de Loreto, Madre de Dios y Cusco, y 60 padres de familia de estas mismas regiones.
El 28,7% de las adolescentes y el 40% de los padres de familia encuestados aseguraron que las familias “arreglan económicamente” para no denunciar hechos de violencia sexual contra las niñas y adolescentes.
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En tanto, el 35% de los jóvenes y el 68,3% de los padres de familia reconocieron que las “chicas” de su comunidad se unen con parejas adultas por el apoyo económico que estos dan a la familia.
Según el Registro Nacional de Identificación y Estado Civil (Reniec), entre 2012 y 2022 se dieron 4.356 matrimonios entre adultos y menores de edad.
“Seis de cada 10 adolescentes han admitido que debería obligarse a una persona adolescente mujer embarazada a unirse con el padre del bebé, y eso ya denota un sesgo y un estereotipo basado en género. Los chicos no reflexionan al respecto y tienen esa posición. El 35% reconoce que en su comunidad se unen las chicas con su parejas adultas por apoyo económico a su familia y eso es tolerado por los padres y se considera que pasa en las comunidades”, explicó Luis Enrique Aguilar director de Políticas y Estrategias de CHS Alternativo.
Asimismo, la organización destacó que las niñas, niños y adolescentes sufren abuso en su propio hogar, pues el 37% de las jóvenes encuestadas reconoció que el acoso y abuso sexual se producen también en el entorno familiar por parte de hermanos, primos u otros familiares, con mayor preponderancia en Cusco (72,2%).
En tanto, el 33,3% señaló que un familiar o amigo de la familia le realizó tocamientos y abusos y se le amenazó para que no avisara a sus padres.
Explotación sexual
Las mujeres también son explotadas sexualmente. La organización realizó otra investigación en Loreto para conocer cómo funciona el negocio ilegal de la explotación sexual y determinó que los explotadores que operan night clubs, bares o cantinas clandestinas pueden ganar hasta S/16.320 mensuales, aproximadamente, por cada víctima explotada.
“Imagínese si fuesen 20 jóvenes realizando trabajo sexual multiplicado por un año, se podrían bordear los 10 millones de soles al año. Esto hemos podido ver en Iquitos, y sin duda esto está vinculado con la tala ilegal, minería ilegal y el narcotráfico”, sostuvo Aguilar.
En Iquitos, hay registrados legalmente 574 locales donde funcionan bares, restobares y night clubs; sin embargo, hay muchos locales informales e ilegales que operan de manera clandestina donde habría más víctimas.
CLAVE
