En la semana final del proceso electoral, el gobierno de Nicolás Maduro arremete contra medios y organizaciones no gubernamentales en la continuación de una política de censura y restricción informativa que compromete aún más las garantías políticas y ciudadanas que deben acompañar la realización de las elecciones presidenciales del domingo 28 de julio.
El portal Vesinfiltro, un programa de la ONG Conexión Segura y Libre, que monitorea, documenta y reporta sobre la censura y restricciones en Internet en Venezuela, denunció esta semana seis bloqueos, de los cuales cuatro corresponden a medios de comunicación y dos a organizaciones de la sociedad civil, incluido el propio Vesinfiltro. La censura de los medios y sitios web parte de una orden de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel) a los proveedores de Internet: Cantv. Movistar, Digitel, Netuno e Inter.
Los medios de comunicación bloqueados son Analítica, El Estímulo, Runrunes y Talcual. La otra organización no gubernamental a la que no se puede acceder es Medianálisis, dedicada a los medios de comunicación y a promover la libertad de expresión y el acceso a la información.
Una forma práctica y sencilla de vencer la censura impuesta por el gobierno es descargar la aplicación Noticias sin filtro, que reúne a los principales medios de comunicación social del país en un solo sitio sin ningún tipo de limitación. También se puede descargar una red privada virtual (VPN) para burlar los controles oficiales.
Desde el 4 de julio, día de inicio de la campaña electoral, se han producido 10 bloqueos en el país. Un informe de Vesinfiltro del pasado 12 de marzo, Día Internacional contra la Censura en Internet y una semana después de haber sido puesto en ejecución el calendario electoral, daba cuenta del bloqueo de 85 sitios web, 51 de ellos de medios de comunicación (entre ellos El Nacional). La censura afecta a portales de noticias y análisis, a los sitios de iniciativas políticas, de organizaciones no gubernamentales y de organizaciones de la sociedad civil.
Es, pues, una política deliberada del gobierno de Nicolás Maduro de imponer un silencio aún mayor al usual en la víspera de un proceso electoral que debería conducir al rescate de la vida democrática venezolana, con libertad plena para los ciudadanos y sus organizaciones de todo tipo: políticas, sociales, económicas, culturales, gremiales o sindicales.
El gobierno de Nicolás Maduro a horas de la elección y ante la perspectiva de acercarse al final de un período oscuro y dramático de la vida nacional, quiere evitar a toda costa que el pueblo venezolano se exprese en las urnas, para lo que ha urdido un sinfín de maniobras, y a la vez quiere impedir que los venezolanos dentro y fuera del país y las cancillerías y gobiernos de convicción democrática de diverso signo ideológico conozcan al momento la realidad de lo que ocurra el domingo 28 de julio.
La respuesta tiene que ser votar a conciencia y con responsabilidad. La respuesta tiene que ser informarse por sitios seguros y confiables usando las herramientas indicadas en esta nota editorial. La respuesta por el cambio político y mantenerse atentos y activos en defensa del voto. A nada le teme más Nicolás Maduro y la gente que lo rodea.
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