Una visita sorpresa de técnicos del Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura constata que los agentes se dirigen a los internos "por el número asignado en el CIE en lugar de por su nombre"
Hemeroteca - El Defensor del Pueblo investiga el encierro “ilegal” durante un mes de un joven marroquí en el CIE de València
El Defensor del Pueblo denuncia que la comida que se sirve a los internos del Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Zapadores (València) “no es adecuada”, tras una visita sin previo aviso a las instalaciones realizada los pasados 27 y 28 de febrero por parte de dos técnicas y del director del Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura (MNP), acompañados de un especialista externo en medicina legal. “El equipo del MNP tuvo la ocasión de observar el menú del almuerzo y de la cena, lo que permitió constatar el testimonio de los internos en cuanto a su baja calidad”, afirma la ficha de seguimiento de la visita publicada este miércoles. El organismo independiente, encargado de visitas periódicas a los lugares en que se encuentran personas privadas de libertad con el fin de prevenir la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes, también detectó la “cantidad reducida de agua” que se ofrece a los internos: “una botella de litro para cuatro en las comidas principales”. “La botella única también provoca conflictos dado que, en el supuesto de que no se consuma totalmente cualquier comensal se apropia de la misma”, agrega. Así, el Defensor del Pueblo pide a la dirección del CIE que mejore la calidad y cantidad de comida y que se ofrezca acceso a agua potable “sin restricciones”. Hace casi un lustro, elDiario.es publicó un video realizado por un interno que reseñaba las mismas quejas en relación con la comida y el agua.
Durante las dos jornadas de visita, los representantes del Defensor del Pueblo mantuvieron entrevistas con varios internos y se reunieron con los responsables del CIE, el personal de la Cruz Roja y con el juez encargado del control del centro. Los técnicos del organismo constataron, de nuevo, el malestar que produce a los internos que los agentes que vigilan el recinto les llamen “por el número asignado en el CIE en lugar de por su nombre”, lo cual “supone una deshumanización de las personas”. A pesar de recomendaciones anteriores del Defensor del Pueblo, el número “se continúa empleando” incluso en el caso de personas con nombres hispanos.
Por otro lado, varios de los internos entrevistados manifestaron su malestar por el hecho de que “a diario” los agentes revolvían sus enseres, testimonios considerados “verosímiles”. El director del CIE, por el contrario, aseguró que todos los días se inspeccionan las celdas pero “no se movía nada” a diferencia de los casos en los que se registraban en profundidad los habitáculos, siempre en presencia de uno de los internos.
En otro apartado, la ficha de seguimiento de la visita alude a la dificultad de los internos para lavarse los dientes “de manera adecuada” con los cepillos “con el mango previamente cortado” que se les presta. También pide que se instalen separadores en las duchas que no los tiene, “a fin de preservar la intimidad de los internos”. Los migrantes entrevistados también lamentaron que no se les entregan almohadas para su descanso nocturno.
La visita del MNP concluyó que las instalaciones del CIE de Zapadores estaban limpias, si bien “resulta necesario” realizar reparaciones en paredes, aseos y suelos del módulo 3. Por otro lado, la ficha de seguimiento advierte de que el recinto no dispone de una dependencia específica para internos en situación de aislamiento sanitario.
El Defensor del Pueblo también reseña que los locutorios no disponen de sillas en el lado por el que acceden los internos y, en el de los visitantes, “hay dos bancos corridos que no son adecuados para mantener una posición normal durante la visita”. Además, algunos locutorios tienen un espacio abierto y otros no, a pesar de que el MNP reclama “de manera insistente” que los cristales que se instalen en los locutorios “puedan abrirse como si fueran una ventana, de tal manera que permitan que las visitas y los internos puedan mantener contacto”.
La ficha de seguimiento de la visita sorpresa alude a un incidente, del pasado 16 de enero, que motivó la entrada en el recinto de la Unidad de Intervención Policial (UIP). El video del incidente no se facilitó a los técnicos del Defensor del Pueblo al haberse usado el sistema anterior de grabación. Una vez solicitadas las imágenes a instancias superiores encargadas de las telecomunicaciones “éstas no habían llegado al centro”.
El MNP lamenta que “no consta la existencia de ningún protocolo de actuación para el caso de que se produzcan incidentes graves” (tales como fallecimientos, malos tratos o fugas) y también reitera la obligación de que los agentes que vigilan el recinto “porten su placa identificativa”. El recinto tampoco dispone de libro de registro de alegaciones, quejas y denuncias de malos tratos.
El CIE de Zapadores, recuerda el Defensor del Pueblo, no dispone de médico perteneciente a la sanidad pública (se trata de un servicio externalizado), a pesar de que el Estado debe garantizar el acceso a una asistencia sanitaria de calidad, según un informe del Comité contra la Tortura. La “mayoría” de las personas internas presentan patologías en su dentadura “y la única posibilidad de tratamiento es la toma de antibióticos y calmantes”, por lo que el MNP ha solicitado información sobre las actuaciones realizadas para prestar asistencia odontológica.
Además, el CIE tampoco cuenta con ningún recurso o programa específico de atención a drogodependencias “y el apoyo que debería prestar la Unidad de Conducta Adictiva (UCA) no es el deseable”, a pesar del “importante número de internos” con este tipo de problemas. El informe advierte de que la falta de atención educativa o psicológica a los internos con problemas de adicción “puede repercutir de manera grave en la convivencia”.
El servicio médico del CIE no tiene acceso a la historia clínica de las personas ingresadas y cuenta con “serias dificultades” para obtener informes de asistencia sanitaria a los internos cuando han tenido asistencia en algún punto del Sistema Público de Salud.
Los técnicos del Defensor del Pueblo también detectaron tres historias clínicas con el certificado médico de salida del CIE firmado “con bastante anterioridad” a la expulsión de los internos, a pesar de que el reconocimiento debe realizarse inmediatamente antes de la fecha de salida del recinto.
La ficha de seguimiento de la visita recuerda que los partes de lesiones deben reflejar la hora en la que se produjeran los hechos y la asistencia así como la versión del lesionado sobre lo sucedido. Además, también insiste en que los partes se deben remitir desde el servicio médico al juzgado de guardia, “independientemente de que se pueda enviar adicionalmente a otros órganos judiciales”.
En “los últimos años”, según la documentación consultada por los técnicos del Defensor del Pueblo, ha habido 11 procedimientos judiciales, “sin que se indique la causa de su incoación”.