El perfil de esta funcionaria del Ayuntamiento de París de 37 años logró desbloquear las negociaciones de la coalición del Nuevo Frente Popular, que exige a Macron su nombramiento como primera ministra tras su victoria en las elecciones legislativas
El Frente Popular francés elige candidata para primera ministra: la economista Lucie Castets
Huguette Bello, tachado. Laurence Tubiana, tachado. Más de dos semanas después de las elecciones legislativas que dieron el triunfo al Nuevo Frente Popular en Francia, la coalición progresista ha dejado de quitar nombres de la lista y ha aparcado las diferencias para consensuar una candidata a pilotar el Gobierno. Quien ha acabado convenciendo a los socios de izquierdas es la alta funcionaria Lucie Castets, un movimiento sorpresa, ya que se trataba de una figura relativamente desconocida para el gran público francés. Un dato anecdótico: tras el anuncio, su cuenta de X ganó más de 30.000 seguidores en cuestión de horas. Ahora tiene unos 48.000, y la cifra sigue subiendo.
A sus 37 años, el de Castets es un perfil a medio camino entre la experiencia técnica en el Estado y los movimientos sociales, lo que ha ofrecido una salida al bloqueo en el seno de alianza. Por un lado, es directora de Presupuesto en el Ayuntamiento de París y también ocupó cargos en la Dirección General del Tesoro y el organismo de lucha contra el blanqueo (Tracfin) del Ministerio de Economía. Por otro lado, es portavoz de un colectivo de funcionarios que ella misma cofundó, Nuestros Servicios Públicos. En un informe del año pasado que lleva su sello junto a otros autores, la organización constataba la creciente brecha entre las necesidades de los ciudadanos y los recursos públicos dedicados a ellas.
Su experiencia en la defensa de los servicios públicos ha sido la gran baza de la alianza de izquierdas, que destaca tanto su paso por el mundo asociativo como por la lucha contra el fraude fiscal y la delincuencia financiera. El NFP –que engloba a Francia Insumisa (LFI), el Partido Socialista (PS), comunistas y los ecologistas– también resalta que Castets está “comprometida activamente en la batalla de las ideas contra la jubilación a los 64 años” –una promesa estrella del Nuevo Frente Popular es la derogación de la impopular reforma de las pensiones de Emmanuel Macron–.
El activismo en el colectivo le ha permitido ganar cierta visibilidad en los medios de comunicación. Una de sus intervenciones más aplaudidas fue en 2022, cuando interrogó en un plató de televisión al ministro Stanislas Guerini, denunciando el exceso del uso de consultoras. “Perdimos 180.000 funcionarios entre 2006 y 2018. Gradualmente, a medida que perdíamos funcionarios, fuimos buscando consultoras, por lo que hay un reemplazo. Es bastante paradójico ver que las consultoras cuestan más que el número de funcionarios que perdimos”, dijo.
Sus conocidos y compañeros de trabajo la han descrito en las últimas horas como una mujer cercana, dialogante, seria e inteligente, con capacidad para desenvolverse rápido en temas complejos. Destacan su carrera “al servicio del Estado” y su compromiso con la justicia fiscal, la educación, la sanidad y la justicia social. “Es una mujer muy rigurosa y progresista. También es defensora de las cuestiones feministas”, dice a elDiario.es Jean-Luc Romero-Michel, teniente de alcalde de París, que ha trabajado con ella.
Castets también forma parte del consejo del Observatorio Nacional de la Extrema Derecha, que se define en su web como “una herramienta” para “observar, descifrar y deconstruir esta corriente de pensamiento”, surgida a raíz del avance de la ideología ultra elección tras elección. La funcionaria es defensora de la idea de que la destrucción de los servicios públicos es lo que amenaza con aupar al poder a la extrema derecha y ha sido clara a la hora de desmontar el programa del partido de Marine Le Pen. “La visión de Agrupación Nacional de un Estado fuerte y unos servicios públicos sólidos es mentira. Esta aspiración de los votantes no se cumplirá”, dijo en un evento de Mediapart tras la victoria de la extrema derecha en las europeas.
La candidata de la alianza de izquierdas ha declarado que no está actualmente afiliada a ningún partido, según la agencia AFP, que recoge que militó en el PS durante unos años en el pasado. Fue candidata en la lista socialista para las elecciones regionales de 2015 en Alta Normandía, pero Le Figaro cita a un diputado de Francia Insumisa que explica que abandonó el Partido Socialista “porque no estaba de acuerdo con la dirección política de los cinco años de mandato de François Hollande”. Ella se ha reivindicado como un perfil de la sociedad civil, con “una personalidad propia, fuera del mundo de la política”.
“Lucie Castets no es una militante inscrita en el movimiento insumiso. Pertenece a la amplia familia de ‘la izquierda rupturista’ en general, aunque este término implique grados muy diferentes según la persona, su formación, sus actividades y sus compromisos”, ha aclarado Jean-Luc Mélenchon, fundador de Francia Insumisa, que ha protagonizado un tira y afloja con el Partido Socialista durante las negociaciones para pactar una candidatura conjunta. “Su nombre hizo posible el acuerdo entre cuatro partidos porque su compromiso, su personalidad y su forma de pensar la política lo hicieron posible”.
Antes de ocupar su actual puesto en el Ayuntamiento –que ejerce desde hace menos de un año–, Castets fue asesora económica de la alcaldesa de París, Anne Hidalgo. La edil socialista ha dicho de ella que es “una muy buena directora financiera”, que gestiona “muy en serio” un presupuesto de 10.000 millones de euros.
Este miércoles, Castets ha concedido su primera entrevista audiovisual desde el anuncio. Se ha desenvuelto con soltura y se ha defendido de las acusaciones sobre el estado presupuestario de la capital que empezaron a emerger del espectro de la derecha nada más conocerse que era la elegida. “Estoy orgullosa de haber participado en la financiación de proyectos que, a muy largo plazo, mejorarán la vida de los parisinos, en particular en materia de ecología”, ha dicho, antes de añadir: “Las entidades locales en su conjunto se encuentran en una situación financiera y presupuestaria extremadamente problemática, como consecuencia de las políticas aplicadas por el Gobierno saliente”.
Según los medios franceses, fue el socialista Olivier Faure el que puso el nombre de Castets sobre la mesa. La funcionaria fue contactada el lunes por el Nuevo Frente Popular y aceptó la propuesta tras hablar con los cuatro partidos.
En Francia, el presidente tiene la potestad de nombrar al primer ministro. La Constitución francesa no impone plazos ni condiciones a Macron sobre quién puede ser nombrado, aunque la tradición dicta que sea una figura de la fuerza mayoritaria en la Asamblea. Además de que Macron acceda a su nombramiento, la candidata necesitaría generar el respaldo suficiente en la Asamblea Nacional para sacar propuestas adelante. El NFP se impuso como primer bloque parlamentario en las legislativas, pero está lejos de la mayoría absoluta de 289 diputados.
Castets ha asegurado este miércoles que “una coalición con el bando presidencial es imposible”, debido a los “profundos desacuerdos” y a que “no es lo que esperan” los votantes del NFP. ¿Cómo se gobierna sin mayoría absoluta en la Asamblea Nacional, una situación que, por otro lado, no es inédita? La funcionaria dice que su brújula será el programa de la coalición de izquierdas. “Se trata de convencer a la Asamblea para que adopte estas medidas”, ha dicho en la entrevista. “La idea es convencer texto tras texto, ley tras ley. A su juicio, hay temas que ”pueden unir a la gente de forma muy amplia“. Y aquí ha vuelto a sacar su principal bandera: los servicios públicos.
El Nuevo Frente Popular desveló su fumata blanca este martes a una hora de que comenzara una esperada entrevista en televisión a Macron, en un intento de obligar al presidente a posicionarse. La pelota está ahora en su tejado, pero el mandatario parece hacer, por el momento, oídos sordos. Macron descartó cambiar el Gobierno actual –en funciones– al menos hasta que terminen los Juegos Olímpicos, a “mediados de agosto”. Preguntado sobre la propuesta de Castets, afirmó que “la cuestión no es un nombre, la cuestión es qué mayoría puede salir de la Asamblea para que un Gobierno de Francia pueda aprobar reformas, aprobar un presupuesto”.
La respuesta desató rápidamente duras críticas de la izquierda francesa, que exige a Macron que nombre primera ministra a su candidata. “Señor presidente de la República, Usted hizo al pueblo francés una pregunta muy clara: ¿quiere una cohabitación? Le han respondido masivamente, y con la misma claridad. Ahora tiene que escucharlos y nombrar a Lucie Castets”, tuiteó la líder de los ecologistas, Marine Tondelier.
Este miércoles, Castets también ha pedido paso. “La negación de la democracia, al negarse a llamar a la formación política que salió vencedora en las elecciones, es grave”, ha dicho ante los micros de France Inter. “Los ciudadanos se movilizaron masivamente para detener a Agrupación Nacional y los resultados son absolutamente claros, es una demanda de una nueva orientación política y de una ruptura. Estoy lista, estamos listos, le pido al presidente de la República que asuma sus responsabilidades y me nombre primera ministra”.