Desafiante e impávido ante una multitud furiosa con banderas palestinas que rugía a las puertas, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu , se ha dirigido este miércoles a las dos cámaras del Capitolio para prometer que la guerra en Gaza no terminará hasta que Hamás haya sido completamente erradicado e Israel pueda proclamar una «victoria total». Mientras la Policía alrededor del Capitolio lanzaba gas lacrimógeno, Netanyahu, apoyado por todo el Partido Republicano y aproximadamente la mitad de los demócratas, ha abordado rápidamente lo obvio. «Tengo un mensaje para estos manifestantes: cuando los tiranos de Teherán, que cuelgan a los gays de grúas y asesinan a mujeres por no cubrirse la cabeza, te alaban, te promueven, te financian, os habéis convertido...
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