Bayer Leverkusen y VfB Stuttgart se enfrentarán el próximo 17 de agosto en una Supercopa Alemana que tendrá, más allá de lo inesperado de los contendientes, una gran peculiaridad. La DFL ha decidido probar en este partido los chips que fueron implantados en los balones de la Eurocopa para estudiar su funcionamiento.
Quedan poco más de tres semanas para que la temporada arranque en Alemania y la Supercopa Alemana es una de las citas que dan el pistoletazo de salida. En esta ocasión, donde se enfrentan los dos primeros clasificados de la última Bundesliga, la DFL va a experimentar con los chips que ya se utilizaron en la pasada Euro dentro de los balones.
Esta tecnología permite conocer al detalle datos sobre la posición, velocidad, rotación e incluso contacto del esférico, que pueden ser aplicables para el arbitraje. Por ejemplo, se puede saber en qué momento sale la pelota del pie de un jugador para medir un fuera de juego, o determinar si ha tocado la mano de un adversario. Estas dos situaciones se dieron durante la Eurocopa e incluso se vio durante las retransmisiones un gráfico donde se medían las «pulsaciones» del cuero.
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Si bien esta idea puede ayudar a que el arbitraje dé un paso hacia adelante, lo que se verá en la Supercopa será una simple prueba y una aplicación de esta tecnología en la Bundesliga tendría que esperar, al menos, hasta la temporada 2025/26. Esto se debe a que la liga alemana está desarrollando su propio sistema de fuera de juego semiautomático, diferente al que ya emplean FIFA y UEFA, y tendrían que adaptar estos chips a su tecnología.
Esta no es la primera innovación de la Eurocopa en la que se fija la Bundesliga. La DFL también ha decidido copiar la norma por la cual sólo los capitanes de los equipos son los únicos que pueden dirigirse al árbitro para discutir sobre las acciones que se den durante el trascurso de los partidos. Esta sí se implantará en esta próxima temporada.
