Son muchos los números que llaman la atención en la carrera de Nacho Fernández (Alcalá de Henares, Madrid, 34 años). Pero es quizás el que no haya generado ni un euro en traspasos durante una carrera de 23 temporadas el más espectacular. No le hizo falta, pues el central español es compromiso y lealtad hechos persona, un jugador que siente y ama a su club, el Real Madrid , como nadie más lo hace. Es por eso que el zaguero se despidió tras toda una vida de blanco en un emotivo acto en el Santiago Bernabéu, ya finalizado su contrato y con las maletas hechas para seguir su vida futbolística en el Al-Qadsiah de la liga saudí. Apoyado por Florentino Pérez y arropado por familia, leyendas madridistas y ya excompañeros (Brahim, Ceballos, Raúl, Arbeloa, Lunin, Solari, Fran García, Courtois o Vallejo estaban entre los presentes), Nacho rompió a llorar antes de tomar asiento. «Hoy es un día emocionante para los aficionados del Real Madrid por despedir a uno de sus mayores ejemplos. Querido Nacho, quiero decirte que estamos orgullosos de haber podido contar contigo», aseguró Pérez antes de cederle la palabra al protagonista. «Es un día diferente, difícil, bonito y emotivo. Podría contar miles de historias, pero prefiero agradecer todo lo que me habéis dado. El Real Madrid me ha enseñado a ganar y perder, pero sobre todo a vivir. Gracias al club he conseguido la determinación que me caracteriza», comenzó. «Llevo 20 años haciendo el mismo camino para jugar y entrenar. Saliendo de mi casa para llegar a la otra casa y llegando a mi otra familia», «Me gustaría que el madridismo me recordara como un canterano que siempre lo ha dado todo por este escudo, que siempre se ha dejado la vida por el club y que lo seguirá haciendo desde la distancia». Muy emotivo, pero preciso y sin exuberancia, como cuando se desfondaba en el Santiago Bernabéu , el capitán puso punto y final a una trayectoria de blanco irrepetible, de canterano prometedor a capitán legendario pasando por jugador casi invisible durante algunas campañas en las que estuvo a punto de abandonar el barco. Pero su dedicación y apego por el escudo le permitieron dejar unos números que nadie más comparte. Nacho es, junto a Luka Modric , el jugador que más títulos ha ganado en la historia del Madrid, un total de 26: seis Champions League, cuatro ligas, dos Copas del Rey, cinco Supercopas de España, cuatro de Europa y cinco Mundiales de clubes. Una vitrina gigante que ha sido fruto de 354 partidos desde que debutara en el primer equipo en 2011. La cifra asciende hasta los 475 si se suman sus participaciones con el Madrid Castilla y el resto de equipos de las categorías inferiores del club blanco. Más de 35.000 minutos de puro compromiso. Los goles nunca han sido su fuerte, sobre todo por su posición en el campo, pero Nacho deja 16 dianas de propina, 12 en Liga, dos en Champions y dos más en la Copa. Su campaña más goleadora fue la 2017-18, en la que firmó cuatro, y su tanto ante la Cultural Leonesa en 2016 en los dieciseisavos de la Copa, una volea al más puro estilo de Zlatan Ibrahimovic , el más bello. El Getafe es el conjunto al que más ha vencido en España (14) y al Liverpool, en Europa (7). El Sevilla, al que más goles ha marcado (3), mientras que solo ha visto dos tarjetas rojas en su dilatada carrera, contra Alavés y Girona, esta última en la recién finalizada temporada. De hecho, solo se ha perdido 15 encuentros por sanciones deportivas. Los maestros que más han confiado en él han sido Zinedine Zidane , que le dio 11.064 minutos en 138 partidos, y Carlo Ancelotti , con el que jugó más duelos (172) pero con el que estuvo menos tiempo en los terrenos de juego (10.789). Fue José Mourinho el que le hizo debutar en 2011, alfa de una carrera que ayer firmó su omega.
