Kai McKenzie , de 23 años, se encontraba surfeando cerca de Port Macquarie en Nueva Gales del Sur (Australia) este martes, cuando un gran tiburón blanco de 9,8 pies (aproximadamente tres metros) lo ha mordido. El joven ha conseguido llegar a la orilla, donde un policía fuera de servicio le ha realizado un torniquete de emergencia para intentar detener su hemorragia, según han informado las autoridades locales . Poco después, la pierna ha sido arrastrada por la corriente y ha llegado a la playa, donde los vecinos la han guardado en hielo antes de llevarla a un hospital cercano. Posteriormente, el joven ha sido trasladado en avión al Hospital John Hunter (un importante centro de traumatología) en Newcastle, a unos 200 kilómetros de distancia, donde un equipo médico continúa evaluando las opciones de cirugía. El surfista permanece grave pero estable, según han comunicado los servicios de emergencia al medio británico 'BBC' , que, además, han agradecido al oficial fuera de servicio su rápida respuesta. El surfista había regresado recientemente al agua después de sufrir una importante lesión en el cuello que lo obligó a tomarse un descanso del deporte, según afirman medios locales. Se ha creado una página en la plataforma GoFundMe para ayudar a la familia de la víctima con sus costes médicos y de rehabilitación, recaudando más de 75.000 dólares australianos (alrededor de 45.000 euros). Si bien Australia tiene más ataques de tiburones que cualquier otro país, excepto Estados Unidos, los de tanta gravedad siguen siendo bastante infrecuentes.